La escasez de mascarillas en el mercado español desde que comenzara la crisis sanitaria provocó que la Unión Europeo, y dentro de ella, España, permitiera la entrada de materiales de protección de fuera de la Comunidad, sin pasar necesariamente los controles de calidad propios del mercado común. De esta forma, las autoridades permitieron temporalmente que se comercializaran las mascarillas KN95 en territorio europeo.
En realidad, estos elementos han pasado controles en China, y se corresponde con los niveles de protección de las mascarillas FFP2, que son la denominación propia de la Unión Europea. Sin embargo, la decisión tomada en marzo promovió que también entrara material cuya eficacia no ha sido comprobada realmente por las autoridades europeas.
Por tanto, una vez que, en teoría, el mercado de mascarillas FFP2 ha quedado mejor surtido, las mascarillas de alta protección pasarán a ser específicamente las que permite la legislación europea. Por tanto, deberán contar con el sello de CE. Esta restricción entra en vigor a partir de octubre.
Mientras tanto, podrán comprarse con normalidad. Además, también se permite a los distribuidores y a la venta al público finalizar con su stock existente de mascarillas. Una vez que éste sea liquidado, todas las mascarillas disponibles en el mercado deberán ser, necesariamente, las FFP2 y no las KN95.
Asimismo, hay que recordar que buena parte de las mascarillas retiradas del mercado por no cumplir con la eficacia que se le presuponía eran de este tipo, por la falta de controles ante la emergencia de la pandemia.
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