La Unión Europea ha cerrado en la madrugada de este sábado un acuerdo sobre el reparto de las cuotas pesqueras en aguas comunitarias que permitirá a la flota española del Mediterráneo mantener en 2026 los mismos días de faena que en 2025, un total de 143 días, siempre que se mantengan las medidas de compensación ya vigentes.
Así lo ha explicado el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, en declaraciones tras el acuerdo alcanzado en Bruselas, donde ha reconocido que las negociaciones de este año han sido “más difíciles” que en ejercicios anteriores. El ministro ha atribuido esta complejidad a la base tan restrictiva de la que partía la propuesta inicial del Ejecutivo comunitario. Pese a ello, ha calificado el resultado como “un éxito evidente”, defendiendo además que la flota española no tendrá que aplicar medidas adicionales.
La Comisión Europea planteaba inicialmente un recorte del 65% de los días de faena, lo que habría reducido la actividad a apenas 9,7 días, con la posibilidad de recuperar un nivel similar al de 2024 —en torno a 130 días— únicamente si se introducían nuevas medidas de compensación. Tanto el Gobierno como el sector habían mostrado su recelo ante este planteamiento.
Alivio para la flota del Mediterráneo
Además de las puertas voladoras y el cambio de mallas ya aplicados durante el presente año, Bruselas proponía nuevas restricciones, como vedas a la pesca de arrastre de gamba roja en aguas de menos de 600 metros de profundidad, así como un veto al arrastre por debajo de los 800 metros. Finalmente, estas propuestas no salieron adelante.
La UE ha decidido extender a 2026 los límites de captura de 2025 para la gamba roja en aguas españolas y francesas, y aplicar la misma decisión a otras especies similares en aguas italianas. Este punto ha sido clave para que el sector mantenga su nivel de actividad sin asumir nuevas cargas regulatorias.
Recortes en el Atlántico y una negociación abierta sobre la caballa
En el Atlántico, España ha logrado suavizar los recortes inicialmente planteados por la Comisión Europea. En el caso del lenguado del Cantábrico, el ajuste pasa del 28% propuesto al 9% final, mientras que en el golfo de Vizcaya la reducción será del 1%. Un escenario similar se da con el abadejo, cuyo recorte se reduce del 26% inicial al 13% pactado.
En cuanto a la merluza, una de las especies más emblemáticas de los caladeros ibéricos, España mantiene su cuota para el próximo año y podrá capturar hasta 17.445 toneladas. Planas calificó esta cifra de “magnífica” a su llegada a la reunión.
La situación más compleja se da con la caballa, pendiente de acuerdos de reparto con Estados costeros como Noruega. Siguiendo el criterio científico, la UE ha pactado límites provisionales de captura para los primeros seis meses de 2026, con una reducción del 70%, a la espera de un acuerdo definitivo. Dado que la temporada de pesca de esta especie se produce más adelante, los 27 Estados miembros aceptaron un recorte provisional del 90%.