Un abuelo abusa sexualmente de su nieta de 13 años con la que dormía

El hombre, de 71 años, le bajó los pantalones del pijama y la ropa interior y le tocó las partes íntimas, por lo que deberá indemnizar a la menor con 6.000 euros tras ser diagnosticada con estrés postraumático

Vista de Google Maps de un piso en una imagen de archivo.
Vista de Google Maps de un piso en una imagen de archivo.

Un abuelo de 71 años ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Teruel a cuatro años de cárcel por abusar sexualmente de su nieta, de 13 años, en Alcañiz, en la provincia aragonesa. La menor dormía con el anciano y con su abuela en la misma cama en la noche del 11 de agosto de 2021 cuando él aprovechó para bajarle los pantalones y la ropa interior.

Acto seguido, le tocó los genitales e intentó atraerla hacia él. Cuando la adolescente se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, llamó a su abuela, pero cuando ella se despertó, el condenado fingió que estaba durmiendo.

Hasta un año después no salió a la luz el caso. En abril de 2022, la madre supo de los abusos sexuales por unos mensajes de WhatsApp "alarmantes" que mandó su hija a una amiga. Fue entonces cuando interpuso la denuncia correspondiente contra el abuelo, natural de Ecuador y residente en Madrid. 

En septiembre de ese mismo año, la menor fue diagnosticada de estrés postraumático por el Servicio de Pediatría del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, y comenzó tratamiento psiquiátrico por trastorno adaptativo con alteración mixta de emociones y conducta, con sintomatología compatible con una experiencia de abuso sexual, como problemas de sueño, pesadillas, autolesiones o ataques de ansiedad.

La acusación particular, ejercida por la madre de la menor, reclamaba diez años de cárcel para el abuelo paterno, más otros seis años de libertad vigilada. La Fiscalía, sin embargo, solicitaba seis años de prisión y cinco de libertad vigilada.

También deberá indemnizar a su nieta con 6.000 euros más los intereses legales por daños morales y, una vez finalizada la pena de cárcel, tiene prohibido aproximarse a ella a una distancia inferior a 500 metros durante diez años, así como comunicarse con la joven por cualquier medio y le ha impuesto una medida de libertad vigilada durante cinco años.

La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, recoge que el relato de la menor sobre los hechos resulta "congruente, persistente, carente de contradicciones relevantes o de ambigüedades".

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Patricia Merello Guzmán

P. Merello

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