Las 2.000 personas que han adquirido su entrada al Festival Castlepark en Marenostrum Fuengirola de Málaga se sometieron desde las primeras horas de este pasado domingo a un cribado de coronavirus previo al inicio del espectáculo. Así, según notificó el propio festival, al comienzo de este se notificaron un total de 33 positivos entre las 1.726 pruebas hechas. Desde la organización apuntan a que a estas personas que han dado positivo se les ha aplicado el protocolo sanitario pertinente; mientras que el resto han dado negativo, según los datos ofrecidos por la empresa AINA que es la que se encarga de llevar los recuentos y asociar los test negativos a las entradas para permitir el acceso.
El dispositivo montado durante toda la jornada ha sido de 30 sanitarios, además de 50 personas de seguridad y 20 azafatas. Por otro lado, la organización notificó que está permitido bailar con mascarilla y sin distancia pero que bajo ningún pretexto está permitido quitarse la mascarilla en la zona de baile. "Sólo se puede retirar en las terrazas para comer y beber pero nunca en la pista de baile", han asegurado. El festival de música electrónica, con un potente cartel entre los que se encontraba Héctor Oaks, Paco Guillén y una de las figuras más relevanes de la escena, Nina Kraviz, ha tenido dos burbujas diferenciadas. En la zona de Front Stage hay 700 personas con entrada, mientras que en la pista general son 1.300 personas las que tienen entrada adquirida.
Para acceder al recinto era necesario la entrada, que estará asociada al resultado del test. Así, la pulsera verde acreditaba de haber dado negativo junto a a mascarilla FFP2 con un color determinado, dependiendo del tipo de entrada, que suministra la organización tras dar negativo en el test. Según ha dicho el el primer teniente de alcalde y concejal de Cultura del Ayuntamiento de Fuengirola, Rodrigo Romero a la agencia EFE "no se trata de plantear si este tipo de eventos debe o no realizarse, sino de cómo deben realizarse".
La aceptación de las pruebas diagnósticas ha sido buena por parte de los asistentes al festival, que se han congratulado del éxito de la organización de este primer festival en Andalucía con baile y sin distancia de seguridad pese a las mascarillas obligatorias en todo el recinto. El objetivo de las pruebas diagnósticas previas es, de hecho, evitar que se produzcan macrobrotes como los que han tenido lugar en las últimas semanas en otros puntos de España.
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