El presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha anunciado en redes que ha dado positivo en el día que cumple 62 años. Fernández se realizó una prueba de antígenos que mostraba la presencia del covid. "Quería contarles que al terminar el día de hoy, luego de presentar un registro de fiebre de 37.3 y un leve dolor de cabeza, me realice un test de antígeno cuyo resultado fue positivo. Si bien estamos a la espera de la confirmación a través del test PCR, ya me encuentro aislado, cumpliendo el protocolo vigente y siguiendo las indicaciones de mi médico personal. He contactado a las personas con las que estuve reunido en las últimas 48 horas para evaluar si constituyen un contacto estrecho para que hagan el aislamiento", señalaba.
Asimismo, añadía que"para información de todos y todas me encuentro físicamente bien y, aunque hubiera querido terminar el día de mi cumpleaños sin esta noticia, también me encuentro bien de ánimo. Agradezco desde el alma las muchas muestras de afecto que hoy me han brindado recordando mi nacimiento. Debemos estar muy atentos. Les pido a todos y todas que se preserven siguiendo las recomendaciones vigentes. Es evidente que la pandemia no pasó y debemos seguir cuidándonos".
Se da el caso de que Fernández recibió entre finales de enero y principios de febrero las dos dosis de la vacuna Sputnik V, la desarrollada por Rusia, que es el mayor montante de vacunas en su país. Esta vacuna está en pleno debate en Argentina, toda vez que la oposición la rechaza porque aún no ha sido aprobada por las autoridades estadounidenses ni por las europeas. Recientemente, la comunidad científica, con el CDC norteamericano a la cabeza, han indicado que las infecciones por covid tras la vacuna son posibles aunque su eficacia se encuentra en evitar los cuadros graves que requieren ingreso hospitalario.
En Sudamérica se está produciendo un incremento importante de casos después de que finalice el verano en el Hemisferio Sur, lo que está provocando, como pasó hace seis meses en el Hemisferio Norte, que exista menos ventilación en espacios públicos y la infección es posible al no darse condiciones de calor, lo que propició que tras los confinamientos de la primera ola existiera un número de casos muy moderado durante algunos meses.
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