La Junta de Andalucía se ha mostrado radicalmente en contra a la huelga anunciada por el Sindicato Médico en la Atención Primaria que finalmente será a partir del próximo 27 de enero y de forma indefinida. Hasta tres altos cargos del Gobierno andaluz han arremetido contra una convocatoria que no ven pertinente. La propia consejera de Salud ya afirmaba este miércoles que las esperas en los centros de salud se deben a las vacaciones del personal. Juanma Moreno también señaló que la ciudadanía no lo entendería.
El primero en pronunciarse ha sido Miguel Ángel Guzmán, número dos de la consejería de Salud. El viceconsejero ha afirmado que "en Andalucía no tiene sentido" esta huelga por los datos del Ministerio y ha asegurado que su origen es una "contaminación de problemas que pueden seguir existiendo en otras comunidades autónomas". "Nos preocupa la posición que toma el Sindicato Médico. Obviamente cualquier organización es libre de manifestarse, de plantear su opinión ante la sociedad y de hacerlo de la forma que consideren oportuna, pero estamos en absoluto desacuerdo con la convocatoria de una huelga", ha sentenciado.
La postura del Ejecutivo de Juanma Moreno es unánime y así la ha refrendado el propio portavoz. Ramón Fernández-Pacheco también ha arremetido contra el parón anunciado por los sanitarios dejando caer que el colapso que pueda haber sería responsabilidad de los médicos. En este sentido ha afirmado que "confiamos que esas movilizaciones no lleven a colapso de la sanidad" tras esgrimir que "la única consecuencia llevaría al perjuicio al paciente", de quien ha apuntado "que no se merece una situación así".
Tras esto, el portavoz ha proclamado, de entrada, que "el Gobierno andaluz es respetuoso con la posición que adopte cualquier sindicato", convencido de que "están en su derecho de protestar" y por ello "en absoluto vamos a denostar esas protestas, ni vamos a descalificarlas", ha reclamado seguidamente que "es justo hacer un análisis de qué ha sucedido con la sanidad publica en los últimos años, de dónde venimos y dónde nos encontramos en la actualidad".
El último en hablar ha sido Antonio Sanz, consejero de Presidencia. En una entrevista en Canal Sur ha asegurado que "es momento de diálogo, no de huelga" y que "es momento de responsabilidad" ante el repunte que se empieza a intuir de los casos de coronavirus. Por ello ha demandado que "los profesionales estén volcados para evitar una situción de empeoramiento".
La oposición, a favor de las movilizaciones
Inmaculada Nieto ha calificado a primera hora de la mañana de "desfachatez" las palabras de Catalina García sobre las vacaciones de los profesionales. Según ella, lo que se esconde tras las palabras "es la evidencia de que el Gobierno de Moreno Bonilla no sabe planificar y no sabe gestionar". Nieto ha señalado que "son unas vacaciones meredcidísimas que tienen derecho a disfrutar, como cualquier otro trabajador o trabajadora, sin que eso suponga una merma en la calidad de la atención primaria que recibe la ciudadanía".
En términos similares se ha pronunciado Juan Espadas, líder del PSOE-A. Espadas ha defendido que los problemas por los que "luchan" los sanitarios "no son artificiales", y en este asunto no hay "ninguna cuestión ideológica ni política", tras lo que ha criticado "la interpretación que hace de esta movilización la consejera de Salud" y Consumo, Catalina García, que "se aleja muchísimo de la realidad" y con la que, según ha abundado el líder del PSOE-A, "vuelve a demostrar soberbia y cierto desprecio a las reivindicaciones y propuestas que hace el personal sanitario". El dirigente socialista ha rechazado las palabras de la consejera y ha aseverado que "los problemas del sistema sanitario público andaluz son responsabilidad de la Junta de Andalucía, del señor Moreno Bonilla".
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