Historias para no dormir en la planta covid del Hospital de Jerez: sin protocolo, 14 horas de trabajo e ingresos sin PCR

El personal de enfermería de la UGC de Neumología no aguanta más. Cansado de tanta improvisación, exige a la dirección del Área de Gestión Sanitaria Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz que revise la ratio, no se ingrese a pacientes sin la correspondiente prueba diagnóstica y se dé estabilidad a la plantilla

La séptima ola de la pandemia por coronavirus parece inevitable.
La séptima ola de la pandemia por coronavirus parece inevitable.

Sexta ola de la pandemia y desde la dirección del Área de Gestión Sanitaria Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz se sigue dejando todo en manos de la improvisación. Así lo denuncia a lavozdelsur.es el personal de enfermería de la UGC de Neumología encargado actualmente de las dos plantas covid (a principios de semana había 25 pacientes ingresados, una cifra que ha subido hasta los 30, obligando a la apertura de esta segunda planta) que hay habilitadas en estos momentos en el Hospital de Jerez

El referido personal está agotado física y psicológicamente. Las jornadas de trabajo se alargan hasta las catorce horas. La última semana, una compañera contratada para estas fechas navideñas, se marchó porque no soportaba la situación. En la mayoría de casos, los sanitarios a los que les han ofrecido contrato para estas semanas han optado por no aceptar las precarias condiciones. 

Un sanitario con los EPI en el módulo de covid del Hospital de Jerez, en una imagen de archivo.
Un sanitario con los EPI en Hospital de Jerez, en una imagen de archivo. JUAN CARLOS TORO

El problema viene derivado de la no renovación a finales de octubre de los 8.000 profesionales del SAS que fueron contratados como refuerzos covid. "Alguien pensaría que no iba a haber más olas y han dejado de contratar a personal sanitario. Estamos en la sexta ola y se sigue improvisando. No hay ningún protocolo establecido. Cuando ha llegado el momento de abrir plantas covid, las mismas no están dotadas del personal necesario. Nos hemos quedado con una mano delante y la otra, detrás", apunta personal de enfermería a este medio. 

El descontrol en la zona covid del Hospital de Jerez es total y llega hasta el punto de ingresar a pacientes sin tan siquiera realizarle una prueba PCR para confirmar el diagnóstico. El colapso en urgencias lleva a derivar a pacientes a esta unidad sin que se haya confirmado una infección activa por covid. "Se ingresa a la gente que llega con un test de antígenos desde casa. El otro día ingresaron ocho pacientes. Cuando se hicieron la PCR, cuatro dieron negativo, pero como han estado en la planta covid, se tienen que quedar en el hospital al haber estado en contacto con positivos. La gestión, tras un año y nueve meses de pandemia, sigue siendo lamentable. No se llevan bien los protocolos ni se respetan las jornadas ni los descansos", denuncian los sanitarios. 

Sin la habitación 238

La falta de personal ha llevado a un aumento de la ratio en enfermería, que en estos momentos en el Hospital de Jerez es de seis pacientes por cada enfermera. "Es una ratio establecida desde la gestión, sin tener en cuenta la opinión del personal de enfermería de la unidad, que en este caso se trata de profesionales con experiencia en el cuidado de pacientes covid, ya que han estado presentes en las anteriores olas de esta pandemia. Las ratios de enfermeras deben estar vinculadas a factores asociados a las características de los pacientes, tales como el proceso de enfermedad y la complejidad de los cuidados, en los que influyen factores como la edad, el estado funcional y cognitivo, las características de la unidad, necesidad de utilización de equipos especializados y tecnología e intensidad de las intervenciones enfermeras, entre otros, lo que debe condicionar el número de pacientes que debe atender una enfermera según las evidencias disponibles", destaca el personal de enfermería. 

Una profesional sanitaria, accediendo al Hospital de Jerez.   MANU GARCÍA
Una profesional sanitaria, accediendo al Hospital de Jerez.   MANU GARCÍA

Sin embargo, estos condicionantes no se están teniendo para nada en cuenta desde la gestión del área sanitaria. A diferencia de las primeras olas de la pandemia, los ingresos que está habiendo ahora son de "pacientes con muy buena calidad de vida, relativamente jóvenes y candidatos a UCI en la gran mayoría de los casos y con necesidad de ayuda para las actividades básicas de la vida diaria". Las atenciones que necesitan demandan una gran cantidad de cuidados de enfermería, lo que conlleva una sobrecarga física y psicológica, además de un mayor tiempo ataviado con los EPI y una mayor exposición al virus. 

Los profesionales de este servicio deben estar además vigilando a los pacientes, a través de cámaras, las 24 horas, ya que muchos de ellos necesitan una vigilancia estrecha por estar monitorizados. Todo ello sin contar las situaciones de urgencias que implican la atención al paciente más grave, no pudiendo en ese momento prestar atención al resto de pacientes que se encuentran también en situación relativamente crítica. 

A todo esto se une la inestabilidad que sufre la plantilla de dicha unidad debido a la falta de contratación, algo que imposibilita que se cumplan los permisos. Las necesidades de la plantilla se cubre con personal itinerante y cambiante, algo que perjudica a los propios sanitarios y a la atención a los pacientes. "A lo mejor mandan a compañeras a la planta covid que no saben ni cómo actuar ni vestirse con los EPIS porque no es su cometido. La inestabilidad es total". 

"Ya estamos agotados, pero continuamos al pie del cañón. Solo pedimos respeto por parte de la dirección"

Por si fuera poco, al personal de enfermería de la UGC de Neumología le han quitado incluso hasta la habitación 238 que estaba habilitada para comer y repartirse sin sobrepasar el aforo. Todo, por incluir dos pacientes más en esta planta (segunda del Hospital General), cuando ha tenido que abrirse también esta semana la primera. "Tenemos apenas quince minutos para comer y nos hacen bajar a otra planta para desayunar y almorzar. Nos quitan el espacio para comer sin miedo y con distancia y sin salir de la planta, para no exponer a más compañeros. No podemos tolerar todo lo que nos está pasando. Ya estamos agotados, pero continuamos al pie del cañón. Solo pedimos respeto por parte de la dirección, que haya el personal adecuado para prestar cuidados de calidad, y el espacio necesario para que los profesionales podamos comer sin salir de la planta".

Por todo lo que están soportando han solicitado a la dirección que se revise la ratio 6-1 y se disminuya en la medida de lo posible, teniendo en cuenta el número de pacientes-enfermera y el nivel de dependencia, cuidados y uso de dispositivos especiales de los pacientes. Todo ello para poder proporcionarles los cuidados especializados de calidad que necesitan. También exigen que no se ingrese a pacientes sin la correspondiente prueba diagnóstica confirmatoria del covid ni se traslade a ningún enfermo (a su domicilio, otra unidad hospitalaria u otro centro) sin el cumplimiento de los protocolos establecidos. 

Sobre el autor:

Rubén Guerrero.

Rubén Guerrero

Periodista con más de veinte años de experiencia en los medios de comunicación (prensa escrita, digital, radio y televisión). Autor de Nosotras. Historias del olvidado deporte femenino y otros seis libros más. Recuperando la ilusión por el periodismo en lavozdelsur.es.

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