El agravamiento de la situación sanitaria en Jerez no tiene techo, por ahora. El ritmo de crecimiento se sigue elevando. La tasa de contagios por cada 100.000 habitantes arrastrada a 14 días en la ciudad es de 627, 32 más que ayer. Para hacer una idea, la de España es de 514. En los últimos días no para de crecer y es que cuando se decreto el cierre perimetral era de un tercio de esa cifra.
Los datos oficiales de la Junta indican que en dos semanas, en la ciudad se han registrado 1.334 positivos nuevos. Entre las siete de la mañana del miércoles y la del jueves, 164 casos más. Y, por si fuera poco, siete fallecimientos más, que se suman a los ocho conocidos entre lunes y martes. Por eso, en un periodo de 72 horas, la Junta habla de 15 fallecimientos, es decir, cinco cada día. Hasta ahora, la ciudad suma 97 muertes desde el inicio de la crisis sanitaria, por lo que parece difícil pensar que se vaya a detener, habida cuenta del aumento de contagios y la escalada que ha sufrido la ciudad.
Esos positivos acumulados se van traduciendo en nuevos ingresos: 16 más en las pasadas 24 horas en el distrito sanitario (cifra que también engloba a otras localidades como Sanlúcar o Trebujena, pero para la que el hospital de Jerez es el referencia), después de no sumar ninguno el martes. Uno de esos nuevos ingresos es en UCI.
Y mientras, los curados no aumentan al ritmo de los contagios. 66 en el distrito (dato de referencia, como en el caso de ingresos, porque la Junta no los publica por municipios), menos de los que suma solo Jerez ciudad.
Por ahora, toca esperar a que las medidas dictadas por la Junta ofrezcan respuesta. Pero casi dos semanas después del confinamiento perimetral, aún no se nota en un descenso del ritmo de contagios. Y es lógico, porque si hasta dos semanas tardan en darse los síntomas (y activar así, además, las pruebas para sus posibles contactos, aunque sean asintomáticos), a ese tiempo ha de sumarse el que se tarda en hacer la PCR y sus resultados, y que estos se reflejen en el registro de la Junta. Esa es la esperanza, que la situación, con las medidas actuales, sumadas a las nuevas restricciones de la Junta aplicadas desde el martes, ayudan a que las aguas bajen.