La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado el uso de unas gotas oftálmicas con aceclidina de la farmacéutica Lenz para tratar la presbicia, también conocida como vista cansada. Este defecto visual, asociado a la edad, dificulta enfocar objetos cercanos y afecta a millones de personas en todo el mundo.
Se trata de un compuesto utilizado en Europa desde los años 70 para el tratamiento del glaucoma. Su acción consiste en contraer suavemente el iris, generando un efecto de miopización que mejora la nitidez en distancias cortas.
“El fármaco actúa selectivamente sobre la pupila, reduce su diámetro y aumenta la profundidad de foco, lo que puede mejorar la visión de cerca en muchas personas de 40-45 años que empiezan a notar la presbicia”, explica, en declaraciones a La Vanguardia, Jesús Téllez Vázquez, oftalmólogo especialista en glaucoma del Hospital de Sant Pau y del Centro Oftalmológico Barraquer.
Según el laboratorio que lo comercializa, la fórmula solo contrae la pupila sin afectar al músculo ciliar, lo que aumenta la tolerancia y reduce los efectos adversos en comparación con otros tratamientos similares. Su aplicación es diaria, con un efecto que dura unas diez horas, y que podría minimizar dolores de cabeza, molestias en las cejas y reducir el riesgo de desprendimiento de retina.
Un único ensayo clínico y limitaciones
Pese a las expectativas, el médico advierte que la aprobación se basa en un único ensayo clínico de calidad, por lo que será clave seguir la experiencia de los pacientes una vez se comercialice. Además, señala que el mecanismo es comparable a cerrar el diafragma de una cámara, lo que podría dificultar la visión lejana en ambientes con poca luz y complicar actividades como conducir de noche.
La presbicia es el defecto visual más frecuente. En Estados Unidos afecta a casi 130 millones de personas, y en España, el 81% de los mayores de 45 años y el 98% de los mayores de 65, lo que supone más de 17 millones de afectados.
Los laboratorios planean comercializar estas gotas bajo el nombre de VIZZ en Estados Unidos durante el último trimestre del año. Para su llegada a Europa, la farmacéutica necesitará el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que actualmente aprueba la aceclidina solo para tratar la hipertensión ocular y el glaucoma.
Por ahora, este fármaco se presenta como una alternativa puntual para personas con presbicia inicial y sin otros problemas refractivos. Una solución práctica en ocasiones concretas, pero no un reemplazo definitivo para las gafas.


