Isabel Franco y Diego Cañamero en la presentación de la candidatura 'Podemos Defender Andalucía'. FOTO: R.S.
Isabel Franco y Diego Cañamero en la presentación de la candidatura 'Podemos Defender Andalucía'. FOTO: R.S.

Las aguas andan revueltas por Podemos a causa de la confluencia ‘Adelante Andalucía’ que Teresa Rodríguez ha puesto en marcha junto con IU, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista y otros agentes andaluces de cambio. Lo que en un principio parecía que iba a ser el comienzo de un proyecto pensado para desbordar a los partidos políticos integrados en la coalición, de momento, se ha convertido en una guerra abierta entre defensores de la cúpula nacional de la formación morada y los que abogan por que sea la dirección andaluza, con Teresa Rodríguez a la cabeza, quienes diseñen la estrategia de cara a los próximos comicios autonómicos que, Susana Díaz mediante, se celebrarán en la próxima primavera.

¿Podemos en Andalucía o Podemos Andalucía? Estos son los marcos en los que se dirime la guerra que tomó tierra con la dimisión de Isabel Franco, diputada en el Congreso por Huelva y referencia del sector pablista en Andalucía, de la dirección andaluza de la formación para “defender Podemos” frente al sector Anticapitalista, del que forma parte Teresa Rodríguez, que, según Franco, estaría creando un censo propio y una marca electoral con la que “acabar con Podemos” en el territorio andaluz.

Así, con este escenario, este sábado ha presentado Isabel Franco su equipo para disputar el poder en las primarias, en las que se elegirán al candidato o candidata de la formación morada para la Presidencia de la Junta de Andalucía y a los integrantes de las listas electorales en las ocho provincias. Sabedor el sector pablista de que el marco al que se enfrenta es nefasto para sus intereses, Isabel Franco ha presentado su candidatura acompañada de Diego Cañamero, líder jornalero con escaño en la Carrera de San Jerónimo y capital simbólico del nacionalismo andaluz.

La política hace extraños amigos de cama y será difícil de explicar para el exlíder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) su alianza con la dirección nacional de Podemos para cortarle las alas a la autonomía que viene demandado Teresa Rodríguez, para poder construir un sujeto político andaluz y andalucista con el que enfrentarse con éxito al PSOE-A, el partido regionalista por excelencia de los andaluces que algo habrá hecho bien para llevar 40 años ininterrumpidos gobernando.

El sector pablista, que se presentó junto a Anticapitalistas en la candidatura ‘Marea Andaluza’, en la que el 75% de los inscritos andaluces de Podemos avaló a Teresa Rodríguez en su promesa de que la formación morada en Andalucía no sería una sucursal de Madrid, sabe bien que lo tiene difícil y ha hecho un desembarco en las últimas semanas de sus líderes en Andalucía para darle cariño a una militancia que se hizo ‘teresista’ ante el abandono de la dirección nacional a los círculos y las imposiciones centralistas de candidatos que los inscritos andaluces no habían votado.

Los anticapitalistas, que llevan años a sus espaldas de militancia y son gente abnegada, hicieron un trabajo de testigos de Jehová en los círculos dejados de la mano de Dios y ahora controlan a la militancia morada en Andalucía y, lo más determinante, al ejército de liberados que diseñan y ejecutan la política del día a día en los 87.000 kilómetros cuadrados que tiene Andalucía de extensión territorial.

Isabel Franco sabe que no lo tiene fácil y por eso este sábado ha empezado su alocución incidiendo en el carácter “andalucista” de su candidatura y desgranado un programa de corte soberanista con el que, en caso de ser la próxima presidenta de la Junta de Andalucía, desplegará el Estatuto de Autonomía y reclamará nuevas competencias al Estado en materia de inspección de trabajo y fiscal, así como hacer cumplir el pago de la renta mínima de inserción y reclamar la gestión a Madrid del Guadalquivir, que se incluyó en la Reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía de 2007 aunque el Tribunal Constitucional lo impugnó y dictaminó que el Río Grande nace y muere en La Castellana.

Más papisa que el Papa, más andalucista que Blas Infante, más soberanista que nadie, más Teresa Rodríguez que Teresa Rodríguez. Isabel Franco intenta con este discurso “netamente andaluz” evitar ser arrinconada en el lado del centralismo jacobino de la dirección nacional, a quien parece que se le atraganta una y otra vez el discurso de la plurinacionalidad del Estado cuando abandona la Meseta por Despeñaperros.

Puesta de largo de Adelante Andalucía

Por su parte, Teresa Rodríguez puso de largo este viernes su confluencia Adelante Andalucía en Córdoba en un acto público en el que participaron Pilar González, exsecretaria general del Partido Andalucista y ahora líder de la asociación Primavera Andaluza; la cineasta Pilar Távora, portavoz de Izquierda Andalucista, la parte progresista del hundimiento del barco andalucista por los desvaríos ideológicos de Alejandro Rojas Marcos, y Antonio Maíllo, que ha dejado a los críticos en IU tan minimizados que no han presentado ni lista alternativa, un hecho insólito en una coalición de izquierdas aficionada a las peleas subidas de tono entre los diversos grupos que la conforman.

Es el mundo al revés. Los comunistas de toda la vida más tranquilos que un jaspe y la izquierda posmoderna, nacida para superar los vicios y el nacionalismo de siglas de la vieja izquierda, enfrascada en un conflicto interno entre  quienes quieren defender Podemos en Andalucía y los que no están dispuestos nada más que a defender a Andalucía en Podemos.

A Isabel Franco le han encargado en Madrid el papel más difícil de todos, del que puede salir tocada y hundida mientras espera en el banquillo Noelia Vera, diputada por Cádiz en el Congreso y del núcleo más íntimo de la dirección estatal de Podemos, la esperanza impoluta y sin heridas de guerra del sector de Pablo Iglesias cuando el marco del debate sea menos identitario que el actual.

Entre Andalucía y Madrid, los inscritos de Podemos elegirán Andalucía. Entre Podemos y Anticapitalistas, seguramente elijan Podemos, pero ahora este no es el terreno de juego en el que se disputa este partido en el que Diego Cañamero ha sido el fichaje estrella para intentar meter gol en el último minuto y en el tiempo de descuento a una Teresa Rodríguez que se hace fuerte abrazada a la bandera andaluza y agarrada del brazo de Antonio Maíllo, Pilar Távora y Pilar González, la entente verdiblanca que dice estar convencida de que es posible ganarle al PSOE-A por la izquierda y evitar que la alternativa a 40 años de hegemonía socialista sea la gran alianza rojigualda de PP y Ciudadanos. Queda inaugurada la batalla andalucista de Podemos.

Sobre el autor:

Raúl Solís

Raúl Solís

Periodista, europeísta, andalucista, de Mérida, con clase y el hijo de La Lola. Independiente, que no imparcial.

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