Torrijos: "No sé si estaban detrás, pero la acción de Alaya benefició al PP, es incontestable"

El CGPJ ha dado la razón al político sevillano tras un calvario de ocho años en el que, antes de ser absuelto del caso Mercasevilla, le "hundió" la vida en medio de una grave enfermedad y lo apartó de la primera línea política. "Llevaba razón, esto es un proceso intoxicado desde el comienzo", asegura en una entrevista con lavozdelsur.es

Antonio Rodrigo Torrijos, tras la conversación con lavozdelsur.es, este pasado viernes en Sevilla. FOTO: MANU GARCÍA
Antonio Rodrigo Torrijos, tras la conversación con lavozdelsur.es, este pasado viernes en Sevilla. FOTO: MANU GARCÍA

Aunque hace tan solo dos días, el 17 de junio, se conociera que el Consejo General del Poder Judicial había apreciado un “funcionamiento anormal” de la Justicia en la instrucción que la magistrada Mercedes Alaya había llevado de la pieza que dio origen al caso Mercasevilla —unas supuestas irregularidades en la venta de unos suelos—, Antonio Rodrigo Torrijos (Sevilla, 1950) ya fue absuelto junto a los otros nueve procesados en 2017. El vocal del Poder Judicial, Álvaro Cuesta, considera que la juez incurrió en “dilaciones indebidas”.

“Los hechos acreditados en el expediente correspondiente constituyen efectivamente un supuesto de funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, sin entrar en otras consideraciones acerca de los daños que a sus resultas puedan haberse producidos”, concluye un informe que, si bien no es vinculante, asesta un duro golpe a la ya desgastada imagen de Alaya.

Ya son tres de las cuatro causas abiertas contra el sindicalista y político de Izquierda Unida las que ha ganado en los tribunales, a falta de conocer una cuarta. Ocho años de procesos judiciales con periodos de inactividad inexplicables, ocho años que, el propio protagonista, reconoce que le han cambiado y por los que pide una compensación económica de 73.500 euros. No puede salir gratis. En noviembre de 2013, acosado, llegó a dimitir como portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla. Un mandato antes fue teniente de alcalde compartiendo gobierno local con el PSOE del entonces alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín.

lavozdelsur.es se encuentra con Rodrigo Torrijos una calurosa mañana de junio en la entrada a los Jardines de Murillo situada frente de la Diputación de Sevilla, a escasos metros de la Puerta de la Carne. Agradeciendo su espera, nos sentamos en un banco de los jardines y contemplamos a un hombre tranquilo y tan seguro de sí mismo como de sus argumentos, que se unen a su innegable destreza con la palabra. Sorprendido por el reciente informe del CGPJ, su tono no oculta la satisfacción que le ha provocado. Sanitario, ATS-DUE en especialidad de Psiquiatría, fue cofundador de Comisiones Obreras desde la clandestinidad y primer Secretario General de la Federación Estatal de Sanidad.

¿Se sigue siendo la misma persona tras 8 años de procesos judiciales?

La verdad es que no, porque queda una sensación agridulce. Cuando esto comienza, nosotros gobernamos en Sevilla y yo soy primer teniente de alcalde. En aquel gobierno se hicieron cosas muy novedosas. Se planteó la construcción de vivienda pública, se modificó la estructura de participación, se realizó una gran inversión en la movilidad que nos llevó a la peatonalización de avenidas o el carril bici… Por primera vez se habían transferido rentas de capital a renta social, a la inversa. Pero lo que yo llamé el Tea Party local, un conjunto político, financiero y mediático, decidió que aquel gobierno había que romperlo. Sevilla fue un laboratorio donde esa confluencia de intereses hicieron un ensayo para quitarnos de en medio y lo consiguieron. Pero aparte de agridulce también hay una sensación de satisfacción porque el informe es muy taxativo y riguroso, establece que ha habido un funcionamiento anormal de la justicia y no es habitual que el Poder Judicial haga esto. Se demuestra que yo llevaba razón, esto era un proceso intoxicado desde el comienzo.

Lo que yo llamé el Tea Party local, un conjunto político, financiero y mediático, decidió que aquel gobierno había que romperlo

¿Y no ha echado en falta esa censura del Poder Judicial con anterioridad?

Llega tarde porque yo hago la reclamación patrimonial lógicamente cuando ya conozco la sentencia en junio de 2017. Así que al agotar plazos y demás, no es tanto que llegue tarde sino que, lamentablemente, la justicia es muy lenta.

Torrijos, en un momento del encuentro con este medio. FOTO: MANU GARCÍA

Dijo usted en el juicio que volvería a hacer lo mismo para evitar un pelotazo urbanístico. ¿Cree que en un ámbito menos jugoso que el del urbanismo hubiese tenido las mismas repercusiones?

Yo creo que no. Hay que situar el proceso en contexto, y estamos hablando de los años 2007-11, burbuja inmobiliaria y crisis. Aquí había mucho suelo y mucha demanda de vivienda, unido a operaciones especulativas de enorme calado. Esa pelea contra la especulación sitúa a Sevilla en el epicentro de los inversores. Y si de repente llegan unos rojos y les paran ese negocio, concitan una operación con el objetivo de retirarnos.

¿Ha podido haber algún partido político tras todas las diligencias de Alaya?

No tengo pruebas y por tanto no puedo decir eso. Pero sí me hago un relato, una deducción: quien denuncia es el señor Zoido, posteriormente candidato a la alcaldía. Quien toma el procedimiento es Alaya. Todo el mundo conoce en la ciudad la amistad entre ellos. Otro hecho objetivo y lo dice el Poder Judicial es que ella acompasa el procedimiento a los tiempos electorales, comenzando el proceso en plena campaña electoral, cuando filtra mi nombre. Y quien lo difunde con escandalosas portadas y un diseño mediático de mucho cuidado (hasta crean una televisión para darme caña) es un periódico muy conocido de la ciudad de Sevilla que, después, cuando Zoido es alcalde, recibe sustanciosos contratos en publicidad institucional y eventos, como la maratón, por parte del Ayuntamiento. Con ayuda de esa televisión, crearon la imagen de un personaje abyecto y oscuro, al que lógicamente los sevillanos no podían darle la confianza y consiguen el objetivo. Así que no sé si estaban detrás, pero es obvio que la acción de Alaya en el proceso benefició al Partido Popular, es incontestable.

Si una mujer te hunde la vida en un juicio que luego se ha demostrado que no tenía ni que haberme sentado en el banquillo, pues ha cometido un error

¿Qué le pareció el papel de Alaya en la sentencia de los ERE?

Me gusta dar opinión sobre aquello que domino y conozco y la verdad es que me falta mucha información sobre el caso ERE como para dar una opinión con rigor. Así que no me atrevo a valorar su papel en ese proceso.

¿Y le molesta que este informe del Poder Judicial no sea vinculante con Alaya?

No me molesta, solo espero que sirva para que cuando ella se mire al espejo vea que ha hecho daño, consciente o inconscientemente. Yo he tenido que ir a juicio recién operado por un cáncer gástrico. He tenido que estar 23 sesiones de juicio compartiéndolo con quimioterapia. Ha hecho daño, se ha cargado la familia, los amigos, el entorno. Cualquier profesional tiene responsabilidades en su trabajo, desde un electricista a un carpintero. Si una mujer te hunde la vida en un juicio que luego se ha demostrado que no tenía ni que haberme sentado en el banquillo, pues ha cometido un error. Que menos que perdón, igual que Zoido.

¿Y vincula ese caso y las comparecencias de Chaves y Griñán a que hoy gobierne la derecha en Andalucía?

Eso también es un hecho bastante objetivo. Aún así hay una conjunción de factores. El caso ERE ha afectado a la credibilidad del Partido Socialista en Andalucía. Y luego está que la acción de gobierno del PSOE tras su ruptura del acuerdo con Izquierda Unida podríamos definirla como muy errática. Eso también creó desafección entre el electorado progresista.

Es un Gobierno que tiene que abordar esta situación cuando lleva tan solo tres meses con la oposición más cafre del mundo, hay que contextualizar todo eso

¿Está siendo efectiva la izquierda de Podemos en el Gobierno?

A lo mejor te doy una respuesta pequeñoburguesa. Hay que tener en cuenta primero que el primer Gobierno de coalición entra en enero y se encuentra toda esta situación en marzo. A pesar de eso, yo creo que muchas de las medidas del Gobierno, o son insuficientes o se quedan cortas, pero ello no me conduce a pensar que no van en el camino correcto. En la crisis de 2008, la jerarquía de prioridades se estableció desde el capitalismo financiero, salvar a los bancos y grandes fortunas, permitir la amnistía fiscal, etc. A diferencia de aquello, este Gobierno tiene como preferencia las personas que más lo necesitan. Los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital, los puntos revocados de la Reforma Laboral… se podrá añadir que son insuficientes, pero me parece que hay algo de aquello que dijo Lenin de que “el izquierdismo es la enfermedad infantil del comunismo”. Es un Gobierno que tiene que abordar esta situación cuando lleva tan solo tres meses con la oposición más cafre del mundo, hay que contextualizar todo eso. Si la cosa se consolida, seguramente vendrán más medidas sociales.

¿Y qué le parece esa ruptura entre Adelante Andalucía y Podemos?

Eso se veía venir. Legítimamente, una fuerza política, los anticapitalistas, están en la concepción de generar un proyecto nacionalista de izquierdas. Y la existencia de Unidas Podemos en un proyecto confederal en el marco de la izquierda estatal, les chocaba. Es triste ver que, en este contexto, con una derecha echada al monte y con un Partido Socialista en Andalucía que deja bastante que desear en su trabajo de oposición, facilitar una ruptura de un espacio unitario viene muy mal. Más allá de eso no quiero entrar mucho.

Otro momento de la entrevista con el veterano dirigente político. FOTO: MANU GARCÍA

Desde voces cercanas a Adelante se dice “¿por qué En Comú Podem y aquí Podemos Andalucía?”

Hay una carga de cierta ingenuidad en eso. ¿Por qué tenemos que mimetizar a los catalanes? No es equiparable. Ni mejor, ni peor. Las circunstancias históricas, cómo se orienta allí la izquierda, cómo se generan los espacios unitarios no tiene nada que ver con la cultura andaluza, desgraciada o afortunadamente. La mejor manera de haber enfocado este asunto era desde la cultura colectiva del pueblo andaluz, que sencillamente es distinta a la catalana. Allí por ejemplo lleva mucho tiempo gobernando la derecha y, desde la izquierda, se resisten a criticar a esa derecha por el tema del independentismo.

¿Y qué le parece la oposición de Adelante Andalucía al Gobierno andaluz de derechas?

Mi percepción es que están siendo timoratos, muy pusilánimes.

¿Cómo ha visto la invasión turística sufrida los últimos años en Sevilla por alguien que fue teniente de alcalde de la ciudad?

El alcalde de Sevilla incide en reiterar los pilares que originaron la brutal crisis de 2008: el uso del suelo y la consideración del turismo como el motor de la economía. No estoy menospreciando el turismo, yo cuando veía a los turistas por aquí me he alegrado, por toda la industria de servicios que genera. Pero desde el punto de vista estructural, observando a medio plazo las salidas de las crisis, hay que modificar estos pilares, sino estaremos cíclicamente cayendo en lo mismo. Lo que ha sucedido y el desastre que se hubiera ocasionado si no llega a estar el Gobierno con los ERTE, es la constatación empírica de lo que digo. No digo que haya que agredir al turismo, pero sí enfocar otro modelo productivo. Y eso es lo que Juan Espadas no entiende, o no quiere entender. Hay que investigar otro modelo.

Sectores tan volubles como el turismo generan poco valor añadido. Espadas utiliza con habilidad la crítica mal hecha para decir que se critica y no se aportan soluciones

Juan Espadas, en una entrevista que publica lavozdelsur.es este domingo, ha dicho que la crítica de Adelante Andalucía en cuestión de turismo es sistemática y que luego no proponen nada en cuestión de parques empresariales, etcétera.

No sé si lo hacen y lleva razón Espadas, no lo sigo al detalle. Pero si yo estuviese en el Ayuntamiento le diría lo mismo que te he dicho antes. Un país más industrializado tiene un empleo más estable y mano de obra más cualificada, además de que genera riqueza. Mientras que otros sectores tan volubles como el turismo generan poco valor añadido. Espadas utiliza con habilidad la crítica mal hecha para decir que se critica y no se aportan soluciones. No, Izquierda Unida tiene propuestas para la economía local, y es la generación de otro modelo económico que pivote sobre otros factores de inversión y de desarrollo que no sean la construcción y el turismo.

Rodrigo Torrijos, posa tras la entrevista en los Jardines de Murillo. FOTO: MANU GARCÍA

Hace unos días, Espadas anunció la recaudación de 53 millones de euros para la ciudad de la venta de suelo público. Ciudadanos apuesta directamente por ofrecerlo de forma gratuita para atraer empresas hasta Sevilla. ¿Son el mismo modelo?

A estas alturas no se trata de establecer una lección magistral sobre la economía política. El centro de las sociedades avanzadas como la española es la economía, la política es subsidiaria en términos teóricos. Y la política en España se divide entre dos grandes bloques. Los que queremos poner la política como el motor de la acción pública para generar riqueza y su distribución. Y los que son piezas al servicio de quienes los han creado, financiado y organizado, que son ciertos partidos políticos. Regalar suelo es sencillamente aceptar la colonización económica. Esto demuestra que, en los últimos tiempos, la política en España está generada por la mediocridad.

El neoliberalismo lleva implícito algo muy importante: que toda gran ciudad debe tener su estercolero. Apartan a la gente, a desempleados y demás. Se fomenta la marginalidad

¿Qué le produce ver cinco barrios de Sevilla entre los 10 más pobres del país?

El neoliberalismo lleva implícito algo muy importante: que toda gran ciudad debe tener su estercolero. Apartan a la gente, a desempleados y demás. Se fomenta la marginalidad. Estos barrios constatan una fotografía muy desigual y que la Junta, que es quien tiene la competencia, no es capaz de abordar políticas que generen la solidaridad, que es ofrecer lo que tenemos y distribuirlo. No la caridad, que es dar lo que nos sobra. La Junta no es capaz de llegar al origen de este problema, que es el empleo. No hay que denunciar o atender las consecuencias de la desigualdad, sino abordar el origen que la provoca, que es la pobreza a causa del desempleo. Por ello, una de las soluciones son políticas que doten de empleo a estas zonas. En estos barrios no se aborda el origen miseria y por tanto la marginalidad se extiende. Y creo que se fomenta por determinados sectores políticos y económicos precisamente para marginar la imagen de una ciudad que no puede ser empañada por la pobreza. Y por tanto se manda al extrarradio para que “no afee”.

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Marco Herrera

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