El magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, ha decretado este jueves la prisión provisional comunicada y sin fianza para el exministro de Fomento José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García Izaguirre. Ambos están investigados por presuntos delitos de integración en organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, uso de información privilegiada y malversación. El juez considera que el riesgo de fuga es “extremo” y que ya no basta con las medidas cautelares previas, como la retirada de pasaporte o las comparecencias periódicas en el juzgado.
La decisión llega tras las comparecencias celebradas este jueves a petición de la Fiscalía Anticorrupción y la acusación popular, que solicitaron su ingreso inmediato en prisión. El instructor subraya la existencia de “numerosos indicios racionales de criminalidad” y recuerda que la instrucción está prácticamente concluida, con una petición de penas muy elevadas y un enjuiciamiento “muy próximo”.
Durante la vistilla, tanto Ábalos como García aseguraron que “no se van a fugar”. El exministro intervino personalmente en tono abatido, afirmando que “no tiene dinero ni patrimonio ni a dónde ir”. Su defensa sostiene que la solicitud de prisión es una forma de presión para que colabore, denunciando que el escrito de acusación es un “corta pega” de informes policiales y que pedir 24 años de cárcel sería una “profecía autocumplida” para justificar el riesgo de fuga. Además, alegan que se está vulnerando su derecho a la representación política, ya que Ábalos es diputado.
Fuentes cercanas al exministro dan por hecho que será trasladado a la cárcel de Soto del Real, según adelantó La Sexta. Por su parte, Koldo García llegó al Supremo con una mochila de gran tamaño y, en declaraciones posteriores, llegó a acusar a Pedro Sánchez de “hacer pitufeo” en primarias del PSOE.
En otro frente del caso, el empresario Víctor de Aldama, señalado como nexo corruptor de la trama, advirtió que el ministro Ángel Víctor Torres debería “estar preocupado”.
