El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado una declaración institucional en referencia a la crisis sin precedentes recientes abierta entre Marruecos y España, con la llegada de varios miles de personas a Ceuta ante la pasividad de la Policía al otro lado de la frontera. En resumen, el mensaje es de contundencia pero abriendo vías de diálogo con Rabat.
Tras indicar que mantiene contactos con el rey, Felipe VI; el jefe de la oposición, Pablo Casado; y con autoridades europeas, entre otros, ha tratado de buscar cierta firmeza en esta crisis. "La integridad de Ceuta como parte de nuestra nación, la nación española, su seguridad y la tranquilidad de nuestros compatriotas y residentes allí están garantizadas por el Gobierno de España con todos los medios disponibles".
"Mi prioridad es garantizar el control del tránsito en la frontera de Marruecos y dotar a Ceuta y Melilla de todos los medios necesarios para hacer frente a la crisis humanitaria y proceder a la devolución inmediata de todo aquel que haya entrado irregularmente, tal y como esta previsto en los acuerdos firmados con Marruecos", ha señalado apenas unos minutos después de que se diera a conocer que al menos 2.000 de las 6.000 personas que han cruzado ya han sido devueltas al país.
"Amistad con Marruecos"
Por su parte, Sánchez ha seguido en la línea de la ministra portavoz, María Jesús Montero, y el titular de Interior, Fernando Grande Marlaska, tratando también de rebajar el tono con el reino marroquí. "Como presidente del Gobierno siempre he creído firmemente que Marruecos es un país socio, un país amigo de España, y así debe seguir siendo". "El cuidado de nuestras relaciones ha formado parte desde siempre de la política exterior española, también de mi Gobierno. Y así debe seguir siendo. Mi deseo es seguir estrechando aún más esta relación de amistad", añadía.
Comentarios