“¿Por qué no votamos directamente al presidente del Gobierno? ¿Cómo se hace una ley? ¿Qué diferencia hay entre el voto blanco y el voto nulo?” A estas y muchas otras preguntas pretende dar respuesta el libro Entender la política (Una guía para novatos), del politólogo y profesor universitario Pablo Simón, un título que, pese a su vocación didáctica para veinteañeros, se ha convertido en una referencia también para personas adultas, incluso mayores de 50 años. “Termina siendo para todas las edades”, admite su autor, “porque hay cosas que damos por sabidas y no lo están tanto”.
Publicado en un momento de intensa polarización política y saturación informativa, Simón ha apostado por un enfoque que él mismo define como aséptico: “Intento explicar el ser, más que el deber ser. No se trata tanto de opinar, sino de ofrecer una caja de herramientas para que el lector entienda los procesos, las ideologías, cómo se toman decisiones… y pueda forjar su propio juicio con buena información”.

En tiempos donde el debate público se convierte muchas veces en un juego de bandos, esta propuesta quiere desactivar prejuicios y desinformación desde la base. “Las opiniones son como los culos, todos tenemos uno y creemos que el nuestro es el mejor”, bromea Simón. “Por eso es clave hablar del qué, no del quién. Discutamos las cuestiones concretas, no solo a las figuras que las proponen”.
Lo que comenzó como un manual orientado a jóvenes estudiantes se ha convertido en una herramienta transversal. “Lo usan muchos profesores de instituto para reforzar asignaturas como ética, valores cívicos o historia. Pero también lo compra el público generalista. Es un libro que explica desde el sistema electoral español hasta los fundamentos del Estado moderno”, asegura.
Y tiene incluso un capítulo final que está dando mucho que hablar: “Lo titulé ‘Para ganar las cenas de Navidad’, porque es cuando se juntan distintas generaciones y surgen debates donde todos tiran de prejuicios. Intento dar herramientas para que esas conversaciones no se queden en la superficie”.

Simón denuncia que la falta de formación política básica es un fallo estructural del sistema educativo español: “Ni el IRPF, ni el IVA, ni cómo pagar impuestos, ni qué derechos tienes como ciudadano… Nada de eso se enseña bien. Educación para la ciudadanía se quedó en intento fallido y mal aplicado. Eso nos deja con una ciudadanía desinformada y vulnerable ante la demagogia y las fake news”.
Ejemplos como el de un eurodiputado que prometió sortear su sueldo entre votantes, algo ilegal, ilustran el problema: “Si los ciudadanos tuvieran la información adecuada, no solo no caerían en bulos, sino que castigarían estas mentiras en las urnas”.
Puerto Real, la Bahía y los legados políticos
La presentación del libro ha pasado ya por diversas localidades de la provincia de Cádiz, como Rota o la capital, y también se incluye Puerto Real, localidad con la que Pablo Simón mantiene un vínculo personal muy estrecho. “Toda mi familia materna es de Puerto Real. Tengo casa cerca de Las Canteras y cada vez que puedo me escapo. Incluso salgo de romancero en el carnaval de Cádiz”, confiesa.
Sobre la tradición de voto en Puerto Real, donde la izquierda ha mantenido una posición fuerte, Simón lo atribuye a “legados históricos” y estructuras socioeconómicas concretas: “En muchos lugares como la Bahía o la Sierra, la tradición sindical o las luchas agrarias marcan una identidad política persistente. Aunque no hay determinismo: Andalucía, que fue bastión de la izquierda, ahora está hegemonizada por el PP. Todo puede cambiar según la coyuntura”.

El politólogo también reflexiona sobre cómo votan los ciudadanos: “Hay votantes que eligen un partido como quien elige un equipo de fútbol, pase lo que pase. Pero también están los votantes promiscuos, que cambian de partido según el momento. Ambos son necesarios. Los fieles dan estabilidad, pero los cambiantes obligan a los partidos a esforzarse. Sin miedo a perder el poder, no hay incentivos para gobernar bien”.
Entender la política no dice a quién votar, ni pretende aleccionar, sino que ofrece conocimiento, contexto y criterio para que el ciudadano tenga voz informada. “La política ya participa de ti”, recuerda Simón, “y tú también deberías poder participar de ella”. Una lectura tan entretenida como necesaria, en tiempos en los que saber cómo funciona el sistema puede marcar la diferencia entre ser sujeto o mero espectador de la democracia.