Sevilla ha sido testigo este jueves de una imagen que, cuanto menos es curiosa. Juanma Moreno ha participado en la entrega del Premio Torre del Oro a Felipe González, ex presidente del Gobierno de España y líder del Partido Socialista durante la Transición Española.
Podría parecer una coincidencia más. Sin embargo, llega en un momento en el que la política española y el PSOE están en ebullición por las negociaciones con Junts para la investidura y una posible amnistía para los líderes del Procès entre los que se encuentra Carles Puigdemont.
Horas antes, a unos pocos metros de la Fundación Cajasol, donde se ha celebrado el acto, Juanma Moreno decía delante de la bancada socialista en el Parlamento de Andalucía que él se parecía más a Felipe González y Alfonso Guerra que el propio PSOE. El actual presidente de la Junta, incluso, ha confesado haber votado a González alguna vez.
Este premio llega en un momento en el que la relación del ex presidente del Gobierno con su partido no está siendo sencilla. González apenas tuvo presencia en la campaña socialista de Pedro Sánchez, al contrario de lo que ocurrió con Zapatero. Ahora, durante las negociaciones, sí está teniendo apariciones públicas, aunque lejos del paraguas de su partido.
En la Fundación Cajasol se han dado cita más políticos en activo del Partido Popular que del Partido Socialista para arropar a González. Fuera unos militantes del PSOE entrados en años sostenían una pancarta en la que se podía leer "Antes Felipe González, ahora Pedro Sánchez. Siempre PSOE".
González ha manifestado su rechazo a la amnistía. Una postura que también ha mantenido el que fuera su mano derecha, Alfonso Guerra. La relación de este último con el actual presidente del Gobierno ha sido aún más difícil. Guerra ha renunciado acudir a varios actos de su partido por su disconformidad con la línea del PSOE actual. Sí que ha estado en la entrega de este premio junto a otros socialistas como José Rodríguez de la Borbolla o Manuel Chaves.
"Quien no es controvertido es que traga con todo", ha dicho el ex presidente del Gobierno en su intervención. Hablaba de Chile y el golpe de Estado de Pinochet, aunque se ha podido interpretar de muchas formas. También ha confesado que se calla muchas cosas "porque pienso lo que digo". "Me siento libre porque digo lo que pienso y lo digo con respeto. No lo que dicen que digo, sino lo que yo digo".
La situación ha permitido a Juanma Moreno, además de lograr la foto de este jueves, mencionar durante la sesión de control con el líder de la oposición, Juan Espadas, las descalificaciones que están recibiendo González y Guerra por sus opiniones. "Me apenaría no ser capaz de compartir ideas y proyectos con Felipe González", ha añadido el presidente de la Junta. De hecho, ha retado al líder socialista a contestar si está de acuerdo con la posición de Felipe González sobre la amnistía.
La realidad es que existe una distancia considerable entre la opinión de una parte de los líderes históricos del socialismo y la actual dirección del PSOE. Recientemente, Rafael Escuredo tuvo que salir a dar un 'tirón de orejas' tanto a Guerra como a González. Antes de las elecciones, fue el propio Escuredo uno de los líderes de un manifiesto en el que antiguos cargos y militantes socialistas mostraban su apoyo al presidente del Gobierno.
El último episodio que muestra la complicada situación que vive el actual PSOE en relación a sus referentes ha tenido lugar este mismo jueves. Nicolás Redondo ha sido expulsado del partido, según ha adelantado eldiario.es. El PSOE señala los desprecios a las siglas de forma continuada como motivo para la baja del que fuera secretario general del PSOE en Euskadi, miembro de una saga familiar histórica dentro del partido. Una decisión que, entre otras cosas, parece un aviso a los propios Felipe González y Alfonso Guerra.
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