Escuredo lanza 'dardos' a Felipe González y Alfonso Guerra por sus opiniones contra la amnistía

En los últimos días ha aumentado el tono del debate entre los históricos del PSOE por la medida que exige Puigdemont para investir a Sánchez

Rafael Escuredo, primer presidente de la Junta de Andalucía.
Rafael Escuredo, primer presidente de la Junta de Andalucía. CANAL SUR

La posible amnistía a los líderes independentistas del Procès que puede desatascar la investidura de Pedro Sánchez está provocando un gran debate dentro de la política nacional. Pero también dentro del propio PSOE, al menos entre sus referentes históricos más relevantes.

Primero fue Felipe González el que pidió a Pedro Sánchez que dijese claramente que la amnistía de los implicados en el 'procés' y el referéndum ilegal de Cataluña el 1 de octubre de 2017 y la autodeterminación no caben en el marco de la Constitución. "Si el presidente dice que todo lo que se haga se hará en el marcho de la Constitución, entonces dígase con claridad que en el marco de la Constitución no cabe la amnistía ni la autodeterminación".

Según González esta medida supondría asumir que "el sistema represor, no el Estado de Derecho" fue el que culpabilizó "injustamente" de haber llevado a cabo el 6 y 7 de septiembre de 2017 las leyes de desconexión fuera de la Constitución y de manera unilateral.

La opinión del ex presidente del Gobierno ha encontrado respaldo en el que fuera su mano derecha. Alfonso Guerra también se ha pronunciado contra la amnistía. Guerra ha añadido en una entrevista en Cope que aprobar la amnistía sería negar el esfuerzo que hicieron los viejos socialistas "que estuvieron en campos de concentración y con penas de muerte en las cárceles", en la Transición para que el país saliera adelante.

No obstante, la opinión no es homogénea dentro de los históricos socialistas. De hecho, Rafael Escuredo, presidente de la Junta de Andalucía durante el proceso autonómico, ha sido muy duro con sus dos compañeros de filas.

Su primera reacción tras las manifestaciones de Felipe González fueron para lamentar "no coincidir con quienes fueron mis referentes políticos. Yo me quedo con las nuevas generaciones de hombres y mujeres que quieren y necesitan muevan soluciones política a los viejos problemas de España".

Con Guerra, por su parte, fue más vehemente. "El tiempo de la transición política ha pasado aunque a algunos les cueste metabolizarlo", afirmó inicialmente. Un comentario que ha complementado. "A los defensores de la transición política convendría recordarles que los constituyentes de aquel tiempo fueron los que privilegiaron a Cataluña, Euskadi y Galicia en detrimento del resto de Comunidades Autónomas. ¿O no?"

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

E. C.

Periodista.

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