El Gobierno de Israel ha reaccionado con firmeza a las medidas anunciadas por el presidente Pedro Sánchez para frenar lo que ha calificado de "genocidio" en Gaza.
El ministro de Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, ha denunciado que se trata de un intento de "distraer la atención" de los escándalos de corrupción en España y, además de recordar "los crímenes de España contra el pueblo judío", ha confirmado la imposición de sanciones contra Yolanda Díaz y Sira Rego, a quienes se les prohíbe la entrada en territorio israelí.
Un choque diplomático en ascenso
En un extenso mensaje difundido en redes sociales, Sa’ar acusó al Ejecutivo español de mantener "una línea hostil" hacia Israel, caracterizada por "una retórica desenfrenada y llena de odio". Según el ministro, las medidas de Sánchez —que incluyen un embargo de armas— no son más que "un intento evidente del corrupto gobierno de Sánchez de distraer la atención de los graves escándalos de corrupción".
Las sanciones contra la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, y la ministra de Juventud, Sira Rego, se justifican, en palabras del jefe de la diplomacia israelí, porque han cruzado "cualquier línea roja". En consecuencia, Israel no mantendrá relaciones oficiales con ambas dirigentes, a quienes considera responsables de declaraciones y posiciones "claramente antisemitas".
Argumentos y acusaciones
Sa’ar afirmó que "no todas las críticas a la política israelí son antisemitismo", aunque señaló que existen políticos que incurren en "la demonización, la deslegitimación y un doble rasero", lo que, a su juicio, constituye antisemitismo. Añadió que elevará el caso a la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), con el objetivo de que esta organización evalúe las declaraciones de miembros del Gobierno español.
El ministro también recordó que "España fue el último país de Europa Occidental en establecer relaciones diplomáticas con Israel", en 1986, tras la apertura de negociaciones con Leopoldo Calvo-Sotelo y bajo el mandato de Felipe González. Consideró que las medidas actuales suponen un "daño deliberado a las relaciones bilaterales, que se han ido construyendo de forma constante durante décadas".
En su alegato, Sa’ar enumeró declaraciones pasadas de Yolanda Díaz que, en su opinión, justifican la sanción. Señaló que en octubre de 2023, días después de los ataques de Hamas, la vicepresidenta acusó a Israel de "cometer crímenes de guerra". También recordó que en mayo de 2024, tras el reconocimiento del Estado palestino por parte de España, Díaz afirmó que ese paso era "solo el primer paso para la liberación de Palestina, desde el mar hasta el río". El ministro interpretó esa frase como "un llamamiento que implica la destrucción del Estado de Israel".
La respuesta israelí se produce en un contexto marcado por la guerra en Gaza, que ha dejado decenas de miles de muertos palestinos, dos millones de desplazados y una crisis humanitaria descrita por organismos internacionales como hambruna generalizada. Por parte israelí, el balance tras los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023 asciende a 766 víctimas civiles, además de 377 miembros de las fuerzas de seguridad, frente a unos 1.600 milicianos palestinos fallecidos en los enfrentamientos iniciales, según datos oficiales.




