“Cualquiera podría haber presentado unos presupuestos parecidos”. Con esta frase ha intentado Juan Bravo, consejero de Hacienda, convencer al resto de grupos parlamentarios para que apoyen los presupuestos que se han presentado este martes en el Palacio de San Telmo. La cifra asciende a 43.816 millones de euros, un 9% más que en 2021.
Sin embargo, el Gobierno aún no ha conseguido la adhesión de ningún partido de la oposición para sacarlos adelante. Según el propio Bravo, la no aprobación de las cuentas supondría “muchísimas dificultades” para el Ejecutivo en el último año de legislatura a la hora de llevar a cabo las inversiones previstas.
Desde la Junta, con el lema de “Los presupuestos de la recuperación”, han repetido en varias ocasiones que se trata de unas cuentas “sin ideologías” y que apuestan por la Sanidad, Educación y Dependencia, con un 60% de los 38.922 millones que componen el gasto no financiero, como habían solicitado el resto de grupos. Elías Bendodo, portavoz del Gobierno, ha optado por definir la negociación como la más importante desde la del Estatuto de Autonomía de 2007, “su rechazo sería uno de los mayores errores históricos de los partidos con representación”.
El Gobierno de PP y Ciudadanos ha presumido de las cesiones hechas a los diferentes partidos que componen el Parlamento de Andalucía y que tienen en sus manos sacar adelante la aprobación de las cuentas. La última fue este pasado lunes, según la consejería de Hacienda, cuando el equipo de Bravo aceptó retrasar una semana la presentación de los presupuestos por una petición del PSOE-A para seguir negociando y, el lunes, los socialistas rechazaron esa semana de margen.
Aun así, el consejero de Hacienda ha sido el más optimista de cara a conseguir los apoyos que den luz verde a un último año de legislatura con todas las garantías para la coalición de PP y Ciudadanos. Bravo, además de mostrar su confianza en que puedan salir adelante, ha soltado varios guiños al resto de grupos como “hay mucho en lo que nos podemos poner de acuerdo”, “es un presupuesto abierto” o “queremos seguir escuchando”.
Estos guiños se han concretado, en el caso del Partido Socialista, al hacer mención que las cuentas no contemplan bajadas de impuestos. Por su parte, ante las acusaciones de Vox de falta de voluntad política, Juan Bravo ha manifestado que se ha cumplido el 90% de los acuerdos firmados. Bendodo, en este sentido, también ha añadido que “queda margen de negociación”, ante la negativa actual del resto de partidos.
Los diferentes consejeros encargados de la presentación —Elías Bendodo, Presidencia; Rogelio Velasco, Económía; y Juan Bravo, Hacienda— han intentado desligar las cuentas de la duración de la legislatura. Por ejemplo, Bendodo ha insistido en que la vocación del Gobierno es “terminar la legislatura” y que “se puede llegar al final con la prórroga de los Presupuestos 2021”, incidiendo en que las elecciones se celebrarán en 27 de noviembre de 2022. A pesar de ello, Juan Bravo ha advertido en varias de las “enormes dificultades” que provocaría el rechazo, “tenemos la obligación de tender la mano al máximo para llegar a acuerdos”, ha expresado el titular de Hacienda. En este sentido, Bravo ha confesado que los inversores llaman a la Junta para saber si se adelantarán las elecciones y, que en el caso de que no se aprueben las cuentas, habría que recomponer el presupuesto "mes a mes".
Desde la consejería de Juan Bravo se han enumerado diferentes iniciativas del resto de grupos incluidas en el presupuesto, como el aumento del gasto por habitante 1.500 euros en Sanidad y un plan de acceso a la vivienda en el caso del PSOE o transparencia y rigor presupuestario, un plan de salud mental o la extensión de la atención temprana en el caso de Vox. Sin embargo, Elías Bendodo se ha encargado de hacer recriminaciones a ambos partidos. Por un lado, en el caso de los socialistas, el portavoz del Gobierno ha pedido que “muestren en esta negociación que es un partido autónomo y no una sucursal de Sánchez”, que “anteponga los intereses de los andaluces a los de partido” o que “sea valiente y no le tiemblen las piernas”. Mientras tanto, a Vox, partido que ha definido como una herramienta útil y una de las tres patas del cambio, el consejero de Presidencia ha advertido de que “no debería abandonar esa posición”.
Rechazo de la oposición
Precisamente, la formación de ultraderecha, que hasta hace unos días tenía la intención de presentar una enmienda a la totalidad, se ha mostrado más cauta a través de su portavoz, Manuel Gavira, que ha dejado claro que el Gobierno tendrá que elegir entre el PSOE y Vox, pese a los intentos desde San Telmo de ejemplificar los puntos de encuentros a través de las votaciones en el Debate del Estado de la Comunidad.
Gavira ha manifestado que “vamos a mirarlo con mucho detalle”, aunque ha acusado a la coalición de PP y Ciudadanos de “ir con retraso” en la transformación de Andalucía, “tiene dos opciones, o seguir con las políticas socialistas o cambiar. Si cambia y cumple tendrá el apoyo”. Desde Vox no descartan la presentación de una enmienda a la totalidad —el plazo acaba el 18 de noviembre— sin embargo, Gavira afirma que son una formación “responsable”.
Más tajante en su postura ha sido Unidas Podemos por Andalucía, quienes sí llevarán a cabo la presentación de una enmienda a la totalidad —que se votará en el Parlamento el próximo día 24—. Tanto su portavoz, Inmaculada Nieto, como el Coordinador General de Izquierda Unida, Toni Valero, han hecho pública la intención del grupo nada más acabar la comparecencia de prensa.
Nieto ha expresado que, a pesar de ser unos presupuestos “históricos”, como se catalogan desde la Junta, los andaluces “tenemos los mismos problemas de siempre: paro, precariedad, deterioro de los servicios públicos… Este Gobierno está incapacitado para abordar una recuperación justa”. Valero, por su parte, critica al Gobierno por “insistir en políticas fracasadas que nos condenan a la cola de la recuperación”.
El PSOE, protagonista en las últimas semanas por los acercamientos y al que Bendodo en durante la rueda de prensa ha acusado de “dar bandazos”, anuncia que “si las propuestas socialistas que tiene sobre la mesa de Moreno Bonilla desde el 1 de octubre no están en el presupuesto, presentaremos enmienda a la totalidad”. Ramírez de Arellano, consejero de Hacienda en la anterior etapa socialista, ha sido muy duro con el Ejecutivo: “Ha dedicado un mes a no negociar nada y a ignorar las propuestas del PSOE, ahora resulta que son unos presupuestos muy importantes”.
La portavoz parlamentaria, Ángeles Férriz, ha lamentado que el Gobierno “pierda esta oportunidad” y ha señalado que “dos no negocian si uno no quiere”. No obstante, los socialistas mantienen la puerta abierta a seguir negociando tras confirmar que las propuestas siguen sobre la mesa, “si hemos esperado un mes y tres días, no importa esperar 15 días más”, ha defendido Férriz.
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