La Junta de Andalucía no ha expresado ningún avance en las negociaciones presupuestarias tras la celebración del Consejo de Gobierno, pero tanto Elías Bendodo, portavoz del Gobierno, como Juan Marín, vicepresidente de la Junta, han querido dejar claro que “Vox se equivoca si cree que rechazando los presupuestos se producirá adelanto electoral”. El Ejecutivo se mantiene firme, al menos de puertas para fuera, en su decisión de acabar la legislatura haya o no presupuestos.
Marín, sobre las peticiones del PSOE, ha manifestado que el Gobierno “no va a permitir que se excluya a ninguna fuerza política de la negociación”. El propio vicepresidente ha anunciado que si Vox, Unidas Podemos y el PSOE se alinean con las enmiendas a la totalidad, “nosotros prorrogaremos los presupuestos y tiraremos para adelante”. En esta línea, el líder de Ciudadanos ha afirmado que el acuerdo de presupuestos “no va a afectar a la legislatura, ni por el interés del PSOE, ni por el interés de Vox”.
En las últimas semanas, el foco se ha desplazado a la relación entre PP y PSOE con la negociación de presupuestos de fondo. Tras esto, está el interés de Moreno Bonilla en consolidar su figura de candidato moderado y el de Juan Espadas en ganar tiempo y aprovechar algunas concesiones en las cuentas para elaborar el relato posterior en la campaña electoral. Sin embargo, el principal socio del Gobierno de Andalucía sigue siendo Vox y desde el Ejecutivo no cierran la puerta a que finalmente las cuentas vuelvan a salir adelante con el apoyo de sus 11 parlamentarios.
Así se ejemplificó en la última votación relevante ocurrida en el Parlamento de Andalucía en la que Vox volvió a dar sus votos para la reforma fiscal. Algo que, desde la formación de ultraderecha, defienden que son los precursores. El silencio en los últimos días hace pensar que la relación entre el Gobierno y Vox no pasa por su mejor momento y que esta vez sí, es complicado que se dé un acuerdo para sacar adelante los presupuestos.
La semana pasada tuvo lugar la reunión entre Vox y la consejería de Hacienda para tratar las cuentas públicas del año 2022. Más allá de la dificultad para que Vox y PSOE voten de forma conjunta y afirmativa, “es imposible mezclar el agua y el aceite”, decía un parlamentario de la formación de extrema derecha, Vox insiste en que es necesaria la existencia de un plan de reordenación de los entes instrumentales “que acabe con el gasto superfluo” tras las auditorías.
El plan de reordenación, según Rodrigo Alonso, diputado que acudió al encuentro, “no está encima de la mesa”. Otra manifestación que hacen desde el partido es que la posición actual del grupo es la de presentar una enmienda a la totalidad. Algo que ya ocurrió el año pasado y que Alejandro Hernández, portavoz por entonces, anunció su retirada en el propio debate, como ha recordado el propio Juan Marín en su intervención.
Desde Vox señalan que existe “preocupación” por el acercamiento entre populares y socialistas. Alonso acusa al Gobierno de ocultar información sobre los entes instrumentales “que sí comparte con el Partido Socialista”. Anteriormente, el portavoz actual, Manuel Gavira, tras su reunión en San Telmo con Moreno Bonilla, había explicado que desde Vox no iban a mantener una negociación y que únicamente se ceñían a los acuerdos anteriores.
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