La exexportavoz de Vox en el Parlament balear, Idoia Ribas, ha lanzado duras acusaciones contra la cúpula del partido, a la que responsabiliza de utilizar la formación como un instrumento para enriquecerse a costa del dinero público.
Ribas asegura que ella y otros dirigentes regionales han sido "maltratados" por el secretario general, Ignacio Garriga, o por personas que actúan siguiendo sus órdenes, al considerarlos una amenaza. Según la exdirigente, los intereses de Santiago Abascal y su círculo cercano no están en los ciudadanos, sino en la acumulación de dinero público en la Fundación Disenso, de la que Abascal es presidente vitalicio.
La exparlamentaria denuncia que sufrió presiones para desviar fondos asignados al grupo parlamentario hacia el partido y posteriormente a la fundación. "Yo misma me he visto presionada para transferir ingentes cantidades de dinero público que deberían destinarse al funcionamiento del grupo", relata Ribas.
Ribas explica que, durante su etapa como portavoz, se negó a destinar más del 10% del presupuesto a estos fines, con el respaldo del resto de diputados. Sin embargo, asegura que una de las primeras acciones de Manuela Cañadas al asumir el cargo fue modificar el convenio para transferir hasta el 50% del dinero del grupo.
En su denuncia, Ribas sostiene que el verdadero interés de Abascal es económico, y que las causas públicas proclamadas por el partido sirven únicamente como estrategia para captar adeptos mientras se aplican cambios silenciosos en la gestión interna.
La exdirigente critica la "deriva Buxadé" del partido, en referencia al eurodiputado Jorge Buxadé, a quien acusa de promover un giro hacia una derecha radical y populista, abandonando los principios liberal-conservadores originales. Según Ribas, este cambio ha supuesto la imposición de una ideología centralista y autoritaria.
"Cinismo bochornoso e intolerable"
Ribas también cuestiona la coherencia de la dirección nacional, a la que califica de "cinismo bochornoso e intolerable". Denuncia contradicciones en la política exterior y en los posicionamientos públicos de Abascal, y considera que la base del partido se utiliza como "combustible" para mantener los privilegios de la cúpula.
La exparlamentaria describe a Vox como "una estafa piramidal con estructura de secta", donde los líderes aprovechan la organización para su beneficio personal y dejan de lado las preocupaciones de los ciudadanos españoles. Ribas asegura que las bases son manipuladas mientras la cúpula se beneficia desde Madrid.
Ribas concluye que su salida del partido no ha sido casual, sino consecuencia de la defensa de su integridad frente a la opacidad y la gestión económica cuestionable del partido. "Hemos sido purgados porque somos gente íntegra y no manipulable ante la peligrosa deriva del partido", afirma.



