La política no es algo para todo el mundo. Esto lo notan especialmente las personas que llegan a ella como independientes. Y así lo ha contando en sus redes sociales David Bravo, un abogado "especializado en derecho informático, propiedad intelectual, libertad de expresión y derecho al honor" que fue diputado por Podemos en la XI legislatura, aquella que apenas duró seis meses por la repetición electoral.
Sin embargo, esos seis meses fueron suficientes para que este sevillano que concurrió a las elecciones por Almería decidiera que la política no era su lugar. Entre otras cosas porque suponía separarse de su hijo y porque el funcionamiento de Podemos y del Congreso en general no le convencía. En un vídeo de 13 minutos señala que su labor consistió en lo que se denomina "la política de gestos". Protestas que los miembros de Podemos realizaban en la calle, ahora las hacían dentro del hemiciclo. "Pero ya no era el momento de pedir, era de hacer", explica Bravo.
Una de las anécdotas que cuenta es que los seguidores de Podemos le aplaudieron por colocar un abrigo en el respaldar de la silla. Lo interpretaron como un gesto de protesta contra la política tradicional. Bravo ha reconocido que todo fue más sencillo. No sabía que había perchero. "Si lo hubiera sabido lo hubiese dejado allí. No soy gilipollas".
Twitter me deja subir vídeos más largos así que pongo éste de cuando me pusieron contra la espada y la pared ante mis 15 viewers preguntándome si fue decepcionante mi experiencia en el Congreso. Siete años después era hora de sincerarse. pic.twitter.com/1cspU3srdT
— David Bravo (@dbravo) September 18, 2023
No obstante, de su testimonio, que mezcla drama y humor, lo más rescatable es lo que cuenta sobre las campañas electorales. Los 15 días previos a las elecciones agotaron a Bravo. Más aún al concurrir por una provincia (Almería) que no era la suya. "Cada día me sacaban en la portada del Diario de Almería pero es que me lo merecía", comenta. Con su sinceridad llegó a la provincia más oriental de Andalucía reconociendo que no sabía nada de ella.
El hecho comenzó a preocupar en el partido, que le obligó a estudiarse un dossier sobre Almería mientras él defendía que había que decirle a los electores la verdad y que desde Podemos lo habían llamado para hablar y trabajar sobre lo que sabía, el derecho informático. Bravo defiende que las circunscripciones son una mentira y que en las Cortes se iban a tratar temas y leyes nacionales.
Pese a ello se estudió el dossier. Sin embargo, el documento que le pasaron desde el partido contenía fallos. Dijo que tenían que acabar la A-7 cuando la carretera ya estaba finalizada y de nuevo acabó en la portada de los medios. "Yo no sé ni qué es una carretera", cuenta en el relato. Bravo cuenta en el vídeo que no le gustan las campañas tradicionales y que él se negaba a hablar de la fresa en Almería porque realmente no conocía el tema. "No sé ni de dónde se sacan las fresas. Yo las compro ya envasadas en el Mercadona", cuenta.
Tras la disolución de las Cortes renunció a continuar a pesar de que Pablo Iglesias le ofreció ir por otra provincia. Fue el ex-Jemad, Julio Rodríguez, el que ocupó el puesto en la lista e hizo una campaña tradicional en la que, efectivamente, recogió fresas. Sin embargo, a diferencia de Bravo, no logró escaño.
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