Aumenta la tensión entre PP y PSOE en el Congreso y Sánchez llama "mangantes" a dirigentes populares

Cruce de acusaciones entre el Gobierno y la oposición con motivo del cese de la directora del CNI por el 'caso Pegasus'

Pedro Sánchez en la sesión de control.
Pedro Sánchez en la sesión de control.

Tranquilidad no es la palabra que defina actualmente al Gobierno de España. El caso Pegasus y las consecuencias en el CNI con el cese de su directora ha puesto en jaque y ha sembrado dudas sobre la seguridad nacional. El tema ha estado presente en el Congreso de los Diputados desde primera hora de la mañana cuando Cuca Gamarra, portavoz del PP, ha preguntado sobre la cuestión.

Los populares han acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de gobernar a merced de los independentistas por el hecho de tomar esta decisión. Gamarra ha defendido el trabajo de la que ya es exdirectora de la inteligencia nacional y ha definido su destitución como un "chivo expiatorio" para contentar a los nacionalistas catalanes. "Quien cumpla con su deber será cesado, pero quien mienta y manipule en beneficio del Gobierno será premiado", ha recitado la portavoz popular antes de concluir su turno. Acto seguido ha preguntado a Sánchez si cree que es importante reforzar las instituciones del Estado.

La primera respuesta de Sánchez no ha sido demasiado extensa y únicamente se ha limitado a decir que el Gobierno ha cumplido con la ley, ha puesto en manos de la justicia los posibles hechos delictivos y ha actuado con absoluta transparencia de cara a la opinión pública. A partir de aquí ha llegado el cuerpo a cuerpo y el presidente del Gobierno ha pasado al ataque mientras tiraba de hemeroteca, "los servicios de inteligencia no se van a utilizar para tapar hechos delictivos ni para perseguir a adversarios políticos fuera de la ley".

Gamarra no se ha quedado de brazos cruzados y en su réplica ha definido a Sánchez como "la degradación absoluta de la política" por negociar con las mismas personas que investiga el Estado. Y a partir de ahí han llegado las comparaciones. Los independentistas no quieren a Feijóo sino a Sánchez, según Gamarra, "no por su valía, le quieren por su debilidad". 

Con las acusaciones en constante crecimiento, Sánchez ha aceptado el reto de continuar con la escalada de 'y tú más'. Ha vuelto a hace cuatro años, cuando estaba a punto de celerbrarse la moción de censura, "nos encontramos un país en el que en Cataluña se había aprobado una declaración unilateral de independencia, había un Gobierno con un partido condenado por corrupción, con una secretaria general del PP y un ministro de Defensa que destruían a martillazos las pruebas, se creó una estructura parapolicial para seguir a adversarios políticos y España en Europa contaba como un cero a la izquierda".

Con su argumentario ya preparado, el líder del PSOE ha decidido soltar la frase definitiva para cerrar este intercambio, "los mangantes no están en el Gobierno como sí ocurría". La mitad del hemiciclo ha roto a aplaudir tras estas palabras que han puesto punto y final a un debate que no ha aclarado gran cosa, pero que a cada uno le sirve para ser ovacionados en sus respectivos ámbitos.

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

E. C.

Periodista.

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