Mucho se habla estos días, y con razón, del ex president de Cataluña, Carles Puigdemont, porque su formación, Junts, acaba de cerrar un acuerdo para amarrar la investidura de Pedro Sánchez.
Después de unas intensas semanas de negociaciones, PSOE y Junts han acordado el apoyo de los independentistas a Sánchez, a cambio de la amnistía, la cesión de impuestos o el encaje de Cataluña.
Pero Carles Puigdemont está conectado a la provincia de Cádiz. Al menos, sus antepasados. Este 2023 se cumplen 85 años del momento en el que su abuelo, Francisco Puigdemont Pedrosa, se refugió en la Sierra de Cádiz, huyendo de represalias en plena Guerra Civil.
El abuelo paterno del líder independentista, llegó en 1938 a Benaocaz —en manos de los nacionales—, huyendo de las tropas republicanas desde su Amer (Girona) natal. Antes, pasó por Francia, pero fue devuelto a España.
Puigdemont abuelo, de profundas convicciones religiosas, huyó hasta el sur para evitar tener que combatir del lado republicano en la conocida Batalla del Ebro. A la Sierra de Cádiz llegó de la mano de su cuñado Juan Oliveras, sacerdote que terminó ejerciendo de párroco de Benaocaz.
El Archivo Histórico Provincial de Cádiz guarda una documentación en la que aparece reflejada la presencia de Puigdemont y Oliveras en el pueblo gaditano. En una carta, fechada el 14 de noviembre de 1938, el entonces alcalde de Benaocaz, José María Aragón, recoge sus nombres. Aragón seguía órdenes del Gobierno Civil, que pidió la identidad de los refugiados de la zona roja que estuviesen en sus municipios.
Francisco Puigdemont Padrosa, refugiado de la zona "roja" en Benaocaz. - Cádiz-. 1938
— Santiago Saborido (@santisaborido) July 26, 2017
Archivo Histórico Provincial de Cádiz pic.twitter.com/Oy65h2MXkR
Los documentos del Archivo Histórico Provincial de Cádiz proceden del fondo de Auxilio Social, como recuperó hace unos años Santiago Saborido, asesor técnico de Conservación e Investigación del Archivo. Benaocaz cayó pronto en manos de los nacionales al inicio de la Guerra Civil y, tras un periodo de vuelta al bando republicana, la tomaron de nuevo los sublevados.
Francisco Puigdemont fue destinado tiempo después al penal de Burgos y de ahí volvió a su pastelería, en Amer, donde nació su nieto Carles. El líder independentista ha hablado en alguna ocasión de su otro abuelo, el materno, casado con una andaluza, que se exilió en Francia en 1939, y pasó por varios campos de concentración hasta que se le perdió la pista en 1943.
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