Las costas andaluzas reciben a más de 22.000 inmigrantes llegados en patera en los últimos cinco años

Inmigrantes llegados al polideportivo Kiko Narváez de Jerez. FOTO: MANU GARCÍA.

Andalucía es la puerta de entrada a Europa para muchos africanos que buscan salir del infierno que viven en sus respectivos países, donde son prácticamente esclavizados en trabajos de miseria, disminuyendo sus posibilidades de prosperar, si es que existen. Las guerras que sufren muchas de estas naciones propician que muchos ciudadanos emigren y crucen medio continente para jugarse la vida en una patera o en una barca de juguete —las conocidas como toy— para probar suerte en suelo europeo. Aunque muchos no llegan. Pero no por eso dejan de intentarlo cada vez más personas. Las cifras no paran de aumentar de un año para otro. El último fin de semana —16 y 17 de junio— ha sido especialmente crudo.

Más de 1.000 inmigrantes, llegados en unas 70 pateras, fueron rescatados en menos de 48 horas en aguas del Estrecho y el mar de Alborán. Desde principios de 2018 hasta el 15 de mayo se contabilizan un total de 302 pateras, con 6.637 personas, y 94 fallecidos, según datos de Salvamento Marítimo que publica El País. Los expertos ya vaticinan que este verano llegarán más inmigrantes que en 2017, un año en el que se experimentó una gran subida, llegando a las costas andaluzas un total de 17.614 inmigrantes a bordo de 803 pateras. El anterior, 2016, fueron 6.175 las personas rescatadas en 423 embarcaciones. La dimensión de este aumento se constata apuntando que durante 2015 fueron 3.369 inmigrantes los rescatados en aguas de la comunidad autónoma andaluza, llegados en 491 pateras.

El paso del Estrecho es la ruta habitual que utilizan los africanos que intentan llegar a Europa, pero cada vez se encuentran más embarcaciones en las costas murcianas o en zonas del Atlántico bastante alejadas de tierra. Pero Cádiz destaca en este ranking a nivel andaluz. Durante 2017 fue la provincia que recibió más inmigrantes, con 5.954 —en 376 pateras—, seguida por Almería con 5.537 personas rescatadas —en 255 embarcaciones—, Granada con 3.842 personas (121 pateras) y Málaga con 2.281 inmigrantes en 51 embarcaciones. Hace seis años, en 2012, se registró la llegada de 3.323 africanos, una cifra que bajó hasta los 2.133 de 2013 y repuntó hasta los 3.194 de 2014, experimentando un gran aumento desde 2015 en adelante.

El Centro de Coordinación de Salvamento de Cartagena recibe muchos menos inmigrantes que las costas andaluzas, pero llama la atención el repunte experimentado de 2015 a 2017, cuando pasó de atender 150 personas a más de 1.700. La única zona en la que desciende, ya que la crisis de los cayucos de 2006 —cuando Salvamento Marítimo rescató a casi 30.000 personas—, en 2017 casi es insignificante el número de africanos que utilizan llegar a Fuerteventura o Lanzarote.

“Iba trabajando lo que podía en cada país para ganar algo y costear el viaje”, contaba estos días Ndour a lavozdelsur.es, un joven de 18 años procedente de Gambia que cruzó el Estrecho en patera y que recaló en Jerez después de salir del CIE de Tarifa. Una de las caras que muestra el drama de la inmigración irregular que arriba a las costas andaluzas. “Nosotros estamos aquí pero en Marruecos hay mucha gente, tienen que ayudarlos”, decía Ndour.

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