Brasil vivirá el desempate más disputado. Finalmente, Luiz Inácio Lula da Silva, con 76 años, venció este pasado domingo, pero su victoria frente a Jair Bolsonaro, de 67 años, fue más ajustada de lo que vaticinaban las encuestas.
El candidato de izquierda, líder del Partido de los Trabajadores, presidente del país entre 2003 y 2011, ha logrado el 48,34% de los votos, cinco puntos más que el actual presidente (43,28%), quien ha obtenido más poder en el Congreso
"A partir de mañana ya estaremos en campaña. No descanses. Hablemos con nuestros oponentes, nuestros amigos. Somos la mejor solución para resolver la vida del pueblo brasileño. Buenas noches y hasta mañana", ha escrito hace un par de horas —hora local— Lula en sus redes sociales.
El duelo no se dirimirá hasta dentro de cuatro domingo, en una segunda vuelta forzada porque ninguno de los candidatos supero el 50% de los votos con el 99% escrutado. "Vamos a ganar, es solo una prórroga", ha dicho Da Silva en un hotel de Sao Paulo, donde ha digerido la agridulce victoria.
Bolsonaro, al que ha felicitado Donald Trump y han apoyado estrellas del fútbol como Neymar y Daniel Alves, ha comparecido a las puertas del palacio presidencial en Brasilia para decir que entiende que “hay voluntad de cambio, pero ciertos cambios pueden ser a peor”.
El triunfo de Lula da Silva, en una convocatoria con 156 millones de electores, confirmaría el giro a la izquierda en Latinoamérica tras las victorias más o menos recientes de Boric en Chile o Petro en Colombia.
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