Después de que Moscú haya ordenado avanzar en todos los frentes, el asedio ruso sobre Ucrania, especialmente sobre su capital, Kiev, está encontrando una fuerte resistencia del Ejército ucranio. En el tercer día de la ofensiva lanzada por Vladímir Putin, no obstante, el último balance ofrecido por el Gobierno ucranio cifra en 198 los muertos, entre ellos tres niños. Más de 1.100 personas han resultado heridas ante ataques contra la población civil.
En la capital, poblada por 2,8 millones de habitantes, miles de personas siguen tratando de buscar refugio, principalmente en el metro de la ciudad, que ha quedado inutilizado sin servicio, únicamente abierto para ser usado como refugio antiaéreo. Fuertes explosiones y sirenas antiaéreas se han escuchado en las primeras horas del sábado en Kyiv, la capital de Ucrania, en medio de ataques de tropas rusas que las fuerzas ucranianas dicen siguen repeliendo. En un video publicado en la madrugada del 26 de febrero, el presidente Volodimir Zelenski afirmó que no abandonará la capital y que los ucranianos no depondrán las armas.
Alrededor de 150.000 personas han cruzado desde el jueves la frontera, alrededor de la mitad con destino a Polonia, el país con mayor comunidad de ucranios fuera de Ucrania, según datos de la agencia para los refugiados de la ONU, recogidos por El País.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo "no vamos a deponer las armas", en un nuevo video publicado en Twitter el sábado por la mañana. Un total de 2.692 personas han sido detenidas en Rusia por protestar contra la guerra ordenada por Putin, ha informado este sábado el sitio independiente de monitoreo de protestas OVD-Info. Al menos 1.370 de ellos fueron detenidos en protestas en Moscú, según el mismo sitio, aunque hay protestas en al menos 27 ciudades rusas.