Colombia está de luto. Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial, ha fallecido este lunes a los 39 años tras no poder recuperarse de las heridas sufridas el pasado 7 de junio durante un acto de campaña en Bogotá. El político, hijo de la periodista asesinada Diana Turbay y nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, murió en la Fundación Santa Fe, donde permanecía ingresado desde el día del atentado.
La noticia fue confirmada por su esposa, María Claudia Tarazona, en un emotivo mensaje en Instagram: "Siempre serás el amor de mi vida. Gracias por una vida llena de amor, gracias por ser un papá para las niñas, el mejor papá para Alejandro. Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti. Nuestro amor trasciende este plano físico. Espérame, que cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, iré a buscarte y tendremos nuestra segunda oportunidad. Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos".
El estado de Uribe se agravó en la madrugada del sábado pasado. Tras una cirugía programada, sufrió un sangrado intracerebral agudo que obligó a una operación de urgencia. Horas después, la clínica informó que su condición era “extremadamente crítica” por un edema cerebral persistente y hemorragias de difícil control.
"Colombia llora"
Las reacciones no se hicieron esperar. El expresidente Álvaro Uribe Vélez, líder del Centro Democrático, expresó: “El mal todo lo destruye, mataron la esperanza”. También el exmandatario Iván Duque lamentó la pérdida: “Colombia llora, pero no se rendirá ante los criminales que apagaron la vida de un joven admirable”.
La Policía capturó poco después del tiroteo a un menor de 14 años como autor material del ataque y ya hay tres detenidos. El presidente aseguró que “no se descarta ninguna hipótesis”. La muerte del senador revive recuerdos de los magnicidios de finales de los 80 y principios de los 90, cuando fueron asesinados candidatos como Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro o Luis Carlos Galán. Uribe deja a su esposa, un hijo de cuatro años y tres hijastras a las que consideraba propias.