El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha ingresado este martes en la prisión parisina de La Santé para cumplir la pena de cinco años de cárcel que le fue impuesta hace casi un mes por la financiación ilegal de su campaña presidencial de 2007, en la que presuntamente se utilizaron fondos del régimen libio de Muamar el Gadafi. Se trata del primer exmandatario en la historia de la República Francesa y de la Unión Europea que entra en prisión.
Sarkozy, de 70 años de edad, abandonó su residencia en el distrito XVI de París sobre las 9.10 de la mañana, acompañado por su esposa Carla Bruni, sus hijos y hermanos. A las puertas del edificio se había concentrado un centenar de simpatizantes que expresaron su apoyo al exjefe de Estado antes de que este subiera a un vehículo oficial que lo trasladó directamente al centro penitenciario.
La defensa pide su liberación inmediata
Los abogados de Sarkozy han confirmado que presentarán una petición de puesta en libertad “muy rápidamente”. Según declaró a BFMTV el letrado Christophe Ingrain, el ingreso en prisión “refuerza su determinación y su rabia para demostrar que es inocente”. El abogado detalló que “a las diez estará en el centro de detención preventiva”, aunque insistió en que solicitarán su liberación “muy rápidamente”, ya que “una noche en prisión es demasiado”.
Ingrain subrayó que “objetivamente no hay ninguna razón para que el tribunal de apelación rechace esta liberación, pero existe incertidumbre jurídica y la afrontaremos”. El representante legal también recalcó que “no habrá trato preferencial” para el expresidente y que “su solicitud se examinará dentro del plazo habitual, que es de un mes”.
El abogado precisó además que Sarkozy podría pasar “entre tres semanas y un mes detenido” hasta que el tribunal se pronuncie sobre su solicitud de libertad provisional. Si la respuesta es favorable, el exmandatario podría pasar las Navidades en su domicilio y comparecer en libertad en el juicio de apelación previsto para marzo de 2026. Durante su estancia en prisión, el exjefe de Estado tiene previsto “escribir sobre su experiencia, sobre la injusticia de la que es víctima”.
El pasado viernes, Sarkozy fue recibido por el actual presidente Emmanuel Macron, quien consideró el encuentro “normal, desde el punto de vista humano”. El exdirigente francés fue condenado el 25 de septiembre por haber formado parte de una “asociación de malhechores” y por haber permitido que miembros de su entorno negociaran con responsables del régimen libio para financiar con dinero extranjero su campaña presidencial de 2007.