El icónico parque de atracciones Six Flags America, situado en Bowie (Maryland), cerrará sus puertas el próximo 2 de noviembre de 2025, al concluir la temporada. El cierre afectará tanto al parque principal como al acuático Hurricane Harbor, según ha confirmado la compañía matriz en un comunicado oficial recogido por The Independent.
La empresa ha justificado la decisión como parte de un replanteamiento estratégico, asegurando que no se ha tomado a la ligera. “Esta fue una decisión difícil y reconocemos el impacto que tendrá en nuestros empleados y visitantes”, expresa el comunicado, en el que también se agradece el trabajo del personal por haber ofrecido “recuerdos inolvidables” durante años.
Cierre con impacto laboral y comunitario
El complejo, ubicado a unos 30 kilómetros de Washington DC, emplea actualmente a 70 trabajadores a jornada completa, que serán despedidos con indemnizaciones y beneficios, según ha detallado la empresa. Además, los terrenos, que suman cerca de 500 hectáreas, serán puestos a la venta con vistas a una futura remodelación del área.
Six Flags America ha sido un referente de ocio en la región durante más de cinco décadas. En los años 70, el empresario texano Ross Perot impulsó una reserva de vida salvaje en esos terrenos, que en 1974 fueron adquiridos por la cadena ABC para crear el parque Wild World. Desde entonces, el recinto ha pasado por varias transformaciones hasta que Six Flags lo compró en 1999, dándole su actual identidad.
Una de sus principales joyas es una montaña rusa de madera con más de un siglo de historia, considerada la tercera más antigua del mundo, y trasladada desde el desaparecido Paragon Park de Massachusetts.
Reacciones de rechazo por parte de autoridades y usuarios
El anuncio ha generado un fuerte rechazo en la comunidad local, especialmente entre sus representantes públicos. “Es decepcionante saber que Six Flags America, una presencia histórica en nuestra comunidad, cerrará sus puertas después de años de servicio al condado de Prince George”, ha declarado Wala Belgay, concejala del condado.
Por su parte, Edward Burroughs III, presidente del Consejo del Condado, ha advertido de un impacto más allá del ámbito económico. “Esta decisión no solo afecta a un negocio, sino a la esencia misma de nuestra comunidad. Supondrá menos oportunidades para que las familias se reúnan, menos espacios para que los niños jueguen y una brecha en el entretenimiento accesible del que muchos dependían”, ha lamentado.
Las redes sociales también se han llenado de mensajes de nostalgia por parte de antiguos visitantes. “Cuando era niño, Six Flags America creía en la inmersión. Ver que lo critican es como un puñetazo en el estómago”, escribió un usuario en la plataforma X.
Aunque la empresa no ha especificado cuáles serán sus nuevos proyectos tras este cierre, mantiene su decisión como parte de una estrategia que prioriza otras ubicaciones. La despedida definitiva del parque tendrá lugar dentro de poco más de un año, dejando atrás décadas de historia y entretenimiento en una región que ahora pierde uno de sus espacios más emblemáticos.