Jair Bolsonaro rompió su silencio, más de 40 horas después, tras ser derrotado el pasado domingo, en la segunda vuelta de las presidenciales en Brasil, por Luiz Inácio Lula da Silva. "Quiero comenzar por agradecer a los 58 millones de brasileños que votaron por mí el pasado 30 de octubre", ha dicho en primer lugar en su discurso, en el que ha evitado reconocer la victoria de su adversario y ya presidente electo, gracias al 50,9% de los votos.
Según han publicado diversos medios brasileños, el ministro de la Casa Civil, Ciro Nogueira, asegura que Bolsonaro le ha autorizado a iniciar el proceso de transición "cuando sea incitado con base en la ley". "La presidenta del PT —Gleisi Hoffmann—, en nombre del presidente Lula, ha avanzado que el próximo jueves será oficialmente designado como coordinador del equipo de transición el vicepresidente electo Geraldo Alckmin.
Volviendo al discurso del líder de la derecha brasileña, sobre las protestas en el país ha dicho: "Los movimientos populares actuales son el resultado de la indignación y un sentimiento de injusticia por la forma en que se llevó a cabo el proceso electoral. Las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas. Pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda que siempre han perjudicado a la población, como la invasión de propiedades, la destrucción del patrimonio y la restricción del derecho de ir y venir".
Así las cosas, ha concluido Bolsonaro, "siempre me han tachado de antidemocrático y, a diferencia de mis acusadores, siempre he jugado dentro de las cuatro líneas de la Constitución. Nunca hablé de controlar o censurar los medios o las redes sociales. Como Presidente de la República y ciudadano, seguiré cumpliendo todos los mandamientos de nuestra Constitución".
"Es un honor ser el líder de millones de brasileños que, como yo, defienden la libertad económica, la libertad religiosa, la libertad de opinión, la honestidad y los colores verde y amarillo de nuestra bandera", ha zanjado. En este contexto turbulento tras las elecciones, el Tribunal Superior Electoral (TSE) ordenó este pasado martes la retirada de grupos bolsonaristas en Telegram y WhatsApp que pidan la intervención del Ejército para frenar la transición.
Bolsonaro, que disparó la tasa de pobreza en un país en efervescencia económica, será el primer presidente electo de Brasil que no es reelegido. Apoyado por rostros muy populares de su país, en las últimas horas ha saltado a la palestra el nombre del ex futbolista de Atlético y Deportivo de La Coruña, Donato Gama da Silva, quien ha pedido un golpe de estado para mantener al líder ultraderechista en el poder.