Vox ha vuelto este jueves a la carga con la que había sido una de sus banderas políticas y que, sin embargo, llevaba tiempo guardada en un cajón. La formación de extrema derecha ha recuperado el polémico 'pin parental' para una moción presentada en el Parlamento de Andalucía. En ella, además de este tema, se contemplaban otras cuestiones referidas a la educación andaluza.
Lo cierto es que la votación ha reflejado la soledad de Vox en este tema. Ningún partido ha apoyado la moción presentada por la formación. Ni siquiera ha logrado una abstención que se pusiera de perfil en las propuestas presentadas a través de un texto con once puntos diferentes.
El debate se ha producido a primera hora de la mañana aunque la votación no se ha realizado hasta el final del pleno. En concreto, el punto referido al 'pin parental' hacía referencia a instar al Gobierno a "exigir el conocimiento y aceptación explícita de los padres para cualquier contenido moral que se imparta en actividades extraescolares y complementarias" y a "editar un folleto informativo para las familias y mostrar su contenido en los planes de centro y las páginas web de estos en el que se detallen los derechos que les asisten como titulares del derecho reconocido en el artículo 27.3 de la Constitución y los procedimientos para hacerlos efectivos".
El propio portavoz del Partido Popular en la materia ha señalado ante la propuesta de Vox que no hay posibilidad legal de poner en funcionamiento esta herramienta aunque también ha mostrado durante el debate algunos puntos en común como la insistencia de que los niños y su educación pertenecen a las madres y a los padres.
No obstante, desde el PP han remarcado que en Andalucía no se produce el adoctrinamiento que desde Vox denuncian, algo que "sí ocurre en Cataluña". Además, el diputado popular ha afirmado que en los últimos cuatro años tan sólo ha habido cuatro denuncias por adoctrinamiento en la comunidad.
Otras cuestiones presentes en la moción presentada por la extrema derecha eran o "asegurar que la educación sea un verdadero ascensor social en el que el esfuerzo, el mérito y la capacidad sean la base", "suprimir de los principios rectores de las políticas públicas educativas todo el lastre ideológico de los anteriores gobiernos" (incluidos los planes de igualdad y el asesoramiento del Instituto Andaluz de la Mujer), "asegurar la libre elección de centro, eliminando las zonas educativas", "dejar de financiar asociaciones y colectivos ajenos a la comunidad educativa que reciben cuantiosos recursos para adoctrinar ideológicamente a nuestros jóvenes en las escuelas", acabar con la "verdad oficial" o, incluso, "dejar de promocionar tesis andalucistas".
La mención al andalucismo ha provocado que José Ignacio García realizara un chascarrillo sobre si Vox quería acabar con el pan con aceite en los colegios. Lo cierto es que el diputado de Adelante Andalucía ha ofrecido la respuesta más certera a la propuesta de Vox.
Blanca Armario, del partido proponente, había ha alertado de que la Junta pretende que los docentes que dan clase los centros educativos andaluces pasen de ser "especialistas en una materia" en la que "tienen que centrar su trabajo", a "animadores socio-culturales, activistas de una causa política, psicólogos, padres espirituales o coach de sus alumnos".
García ha reprendido a Vox que la moción no soluciona ninguno de los problemas del sistema educativo andaluz y ha acusado a la formación ultraderechista de presentar un texto "lleno de odio". "No hay absolutamente nada sobre la bajada de ratio; sobre las infraestructuras; sobre el calor y el frío que se pasa; sobre la metodología; sobre los niños con necesidades especiales; sobre las condiciones laborales de los docentes. No hay nada importante porque no les importa lo más mínimo", ha señalado García.
Además, el diputado de Adelante también ha achacado la defensa de la cultura del esfuerzo a la vez que se apuesta por modelos de educación privada "donde no hay nota de corte. La cultura del esfuerzo es para quien no se lo puede pagar", ha apuntado. Como esta, José Ignació García ha buscado desgranar cada uno de los puntos de la moción, como el rechazo del texto a la educación en valores o el mismo 'pin parental'.