La Tortuga, una escuela infantil en Jerez con todas las garantías y donde se trabaja "con mucho amor"

La directora del CEI La Tortuga, María Ángel García, explica qué criterios hay que tener en cuenta a la hora de elegir la escuela adecuada para los hijos. El centro, perteneciente a grupo DomusVi, cumple 16 años en el paseo de Las Delicias de Jerez

María Ángel García Cárdenas, directora del CEI La Tortuga.
María Ángel García Cárdenas, directora del CEI La Tortuga. MANU GARCÍA

Curiosear, experimentar, sorprenderse. Los pequeños tienen los ojos muy abiertos para descubrir el inexplorado mundo que les rodea. Un lugar idóneo para hacerlo no es la casa de los abuelos, donde los padres suelen llevar a sus hijos cuando la conciliación laboral es imposible. Los centros de educación infantil pueden ser el punto de partida para que los niños empiecen a absorber como esponjas. “Los mayores están para quererlos, pero no para educarlos, las escuelas son un recurso positivo alternativo a la familia nuclear”, comenta María Ángel García Cárdenas, directora del centro de educación infantil La Tortuga, perteneciente al grupo DomusVi.

Desde el paseo de Las Delicias de Jerez, toma las riendas de este entorno de estimulación que lleva ofreciendo sus servicios desde 2006. Yan han pasado 16 cursos desde que este centro concertado con la Junta de Andalucía abriera sus puertas con el fin de cubrir una necesidad ante el crecimiento de población en la zona. “Muchos de nuestros niños ya están en la universidad”, dice la directora sentada en un despacho lleno de pantallas protectoras.

Instalaciones de la escuela infantil.
Instalaciones de la escuela infantil.  MANU GARCÍA

El CEI La Tortuga, especializado en la etapa de 0 a 3 años, es una de las escuelas por las que las familias pueden decantarse a la hora de escolarizar a sus hijos. El curso 2021/2022 está a la vuelta de la esquina y el plazo de inscripción finaliza el 30 de abril, por ello, es un buen momento para conocer una de las opciones que trabajan con esmero para “convertir a los bebés que llegan absolutamente necesitados de atención en personas autónomas”.

“Potenciamos el desarrollo individualizado de cada niño con actividades adaptadas”

Ángel recorre los pasillos de las instalaciones con ilusión. Sus paredes guardan el eco del revuelo de los pequeños que cada día aprenden, se divierten y crecen en este centro lleno de vida donde se respira la dedicación. “Nuestro principio básico educativo es trabajar con muchísimo amor potenciando el desarrollo individualizado de cada uno de los niños con actividades adaptadas a cada nivel”, explica. Según sostiene, es fundamental la distribución por edades para un crecimiento óptimo, por tanto, La Tortuga ofrece 133 plazas repartidas en cuatro unidades para niños de 1-2 años, cuatro de 2-3 y una unidad para los bebés de 0 a 1 año. De los cuidados de cada grupo se encargan un total de 14 profesionales, nueve educadoras y el personal de apoyo y de limpieza.

Entrada del CEIP La Tortuga.
Entrada del CEIP La Tortuga. MANU GARCÍA
Cuento 'Corre corre, rantoncito'
Cuento 'Corre corre, rantoncito'.  MANU GARCÍA

Las tres etapas educativas se desarrollan de forma diferente, pero todas presentan un hilo conductor de lo más original que motiva al alumnado. Todos los días los niños se adentran en el cuento Corre corre, ratoncito. Un universo que los acompaña en su aprendizaje. “Sus personajes viven con ellos durante todo el curso, para ellos es fundamental”, dice Ángel mostrando un enorme mural de cartulina que adorna la entrada. El ratoncito está presente en cada rincón de La Tortuga, va más allá del cuento y es el motor.

En la clase de los bebés abundan los colores, los sonidos y el espacio. Según explica la directora, “en esta etapa el objetivo es que puedan desarrollar su psicomotricidad, que comiencen a caminar y tengan su equilibrio y su capacidad de control corporal”. Por la sala, equipada con juguetes atractivos y cunas personalizadas, los bebés gatean sin parar con total libertad de movimiento.

Sala con las cunas para los bebés.
Sala con las cunas para los bebés.  MANU GARCÍA

La siguiente aula está dedicada a los alumnos de 1 a 2 años. En este momento cuando se hace hincapié en el desarrollo del lenguaje. “Este llega, primero con el entendimiento, y después con la repetición, por eso todos los días leemos el cuento o cantamos canciones”, expresa Ángel, que destaca la importancia de fomentar la autonomía en los pequeños de 2 a 3 años, a las puertas de cerrar el ciclo. “La idea es que cuando lleguen al colegio no necesiten a nadie, que coman solos, que hagan pipí en el váter pidiéndolo, que tengan una capacidad de relación con el adulto de aceptar cualquier tipo de limitación o de orden simple, y entre ellos tengan una relación de compañerismo y solidaridad”, detalla.

Una educadora preparando una actividad.
Una educadora preparando una actividad.   MANU GARCÍA

Cuando cumplen esta edad, las educadoras trabajan con un “monstruo de los colores” que ayuda a identificar las emociones. Además, también están preparados para participar en talleres experimentales de cocina de ciencia o de cuidado de un huerto. “Ahora estamos haciendo un taller de yoga infantil, les explicamos lo que es relajarse, respirar por la nariz y la boca”, comenta Ángel frente a un gran mandala dibujado por los escolares.

Orugas y mariposas hechas con materiales reciclados adornan esta escuela que, además de la atención educativa, también ofrece un servicio socioeducativo integral, desde el aula matinal hasta el comedor y la siesta. “Estamos para cubrir las necesidades de los niños y para cubrir las necesidades de conciliación de la familia, es una alternativa muy buena para la crianza”, añade la directora.

Murales con materiales reciclados.
Murales con materiales reciclados.  MANU GARCÍA

En La Tortuga, algunos pequeños llegan a primera hora de la mañana, otros entran a las 9.00 horas, cuando arranca el horario escolar, los que no se quedan al comedor se marchan a las 13.00 horas y los que sí, se van justo después de almorzar, mientras que otros se quedan para la siesta hasta las 16.00, hora del cierre.

Desde que la pandemia asoló en marzo, el centro se ha tenido que adaptar y seguir a rajatabla un protocolo específico de prevención contra el covid, común a las demás escuelas, que está disponible en la web a disposición de los padres. Ahora, los pequeños soplan las velas de cumpleaños en una tarta de papel. Las medidas de limpieza y control se han intensificado y, aunque “ha sido difícil”, la directora valora la colaboración que han mostrado las familias desde el principio. “La concienciación de los padres ha sido muy buena, ha beneficiado muchísimo, los niños se han puesto malos muy pocas veces este año, las cosas en vez de ir a peor, nos está yendo bien”, cuenta con optimismo, sacándole el lado positivo a la tempestad.

El protocolo covid marca que los grupos de convivencia son cerrados, a modo de burbuja. Otro de los cambios notables han sido el registro continuo de las personas que tienen contacto con los alumnos de forma diaria o entrar al centro sin zapatos. Ángel ha notado cómo el centro está más limpio y, por tanto, más seguro.

Tarta de cumpleaños.
Tarta de cumpleaños.  MANU GARCÍA
Material educativo.
Material educativo.  MANU GARCÍA

 

¿Cómo elegir un centro de educación infantil adecuado?

Instalaciones, profesionalidad, seguridad, planificación, son muchos los factores que se deben tener en cuenta a la hora de escoger una escuela infantil. La directora considera importantes ciertos criterios para no caer en una decisión errónea que puede tener consecuencias graves. “Si los padres se plantean elegir los centros educativos desde la perspectiva de donde vive la abuela, ¿en qué lugar queda la necesidad del niño?”, comenta.

Los centros deben estar autorizados por la Delegación de Educación

Todas las escuelas deben tener un código de identificación educativo que garantice un proyecto educativo supervisado por la inspección de la Junta. “Cualquier lugar donde haya colores, globos y juegos no es el lugar adecuado para que tu hijo crezca. Cualquier centro de educación infantil que te cuesta menos que una plaza de garaje, plantéate qué tipo de centro de educación infantil es”, aconseja Ángel. La supervisión exhaustiva de la Administración es “una garantía suprema”.

Los centros concertados favorecen a las familias con ayudas

Un centro privado adherido mediante convenio con La Junta de Andalucía al Plan de ayudas a la escolarización de 0-3 años permite que las familias se beneficien de las subvenciones de apoyo a la educación infantil, en función de su renta per cápita.

La profesionalidad del equipo educativo

Las personas que trabajan en los centros concertados tienen una titulación reglada. “Si no, no podríamos concertar con la Junta”, explica Ángel, que añade que “no pueden tener a nadie que no tenga su titulación adecuada ni pagándole lo que no dice el convenio laboral”. Los educadores, orientadores o limpiadores “están bien pagados y contratados, con lo cual son trabajadores satisfechos que van a cuidar felizmente a tus hijos”.

Protocolo de prevención covid e instalaciones seguras

Además de aplicar las medidas necesarias para velar por la salud de los pequeños, las escuelas deben contar con unas instalaciones adaptadas con protectores de dedos o con rejas que no superen cierta anchura. En este sentido, también debe estar preparado para niños con algún tipo de dificultad.

 
 

Atender a la diversidad

El equipo de orientadores está en coordinación con los centros concertados para cualquier asunto. “Si tenemos necesidad de que un orientador nos haga una adaptación curricular y nos guie, tenemos la tranquilidad de que está disponible para nosotros”, expresa la directora. Según cuenta, “no tenemos miedo de que cualquier niño que venga con problema de desarrollo pueda interceder negativamente en el aula, todo lo contrario. Aquí la diversidad se vive como un enriquecimiento tanto para los niños como para las educadoras”.

La distribución por niveles psicoevolutivos

Esta es otra de las garantías que ofrecen las escuelas concertadas. Es obligatorio que cada niño esté en el entorno evolutivo que le corresponde. “Tenemos la posibilidad de que en cada aula no hay más diferencia de unos 3 meses. En cada grupo, todos los niños tienen las mismas necesidades educativas y van creciendo al nivel”, explica.

Las características del proyecto educativo

En este punto, la directora de La Tortuga aporta su opinión basada en su experiencia. “Yo buscaría uno que trabaje en la inclusión, la empatía, la solidaridad, valores de respeto, de convivencia. Todo eso dentro de un marco afectivo, o se lo enseñas con amor o no le llega el mensaje. Es imposible educar a los niños pequeños si no es con afecto”.

Sobre el autor:

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Patricia Merello

Titulada en Doble Grado en Periodismo y Comunicación audiovisual por la Universidad de Sevilla y máster en Periodismo Multimedia por la Universidad Complutense de Madrid. Mis primeras idas y venidas a la redacción comenzaron como becaria en el Diario de Cádiz. En Sevilla, fui redactora de la revista digital de la Fundación Audiovisual de Andalucía y en el blog de la ONGD Tetoca Actuar, mientras que en Madrid aprendí en el departamento de televisión de la Agencia EFE. Al regresar, hice piezas para Onda Cádiz, estuve en la Agencia EFE de Sevilla y elaboré algún que otro informativo en Radio Puerto. He publicado el libro de investigación 'La huella del esperanto en los medios periodísticos', tema que también he plasmado en una revista académica, en un reportaje multimedia y en un blog. 

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