La mayoría de los centros educativos de la provincia de Cádiz no están bien acondicionados ni para fríos intensos ni para olas de calor. Esto genera problemas todos los cursos que no son afrontados de forma definitiva y profunda, aplicando la Ley de Prevención de Riesgos Laborales o poniendo en marcha la Ley de Bioclimatización, aprobada hace ya casi tres años por el Parlamento de Andalucía, denuncian sindicatos como Ustea o CSIF.
La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional ha publicado un protocolo con medidas organizativas ante olas de calor o altas temperaturas excepcionales que no soluciona el problema de la falta de climatización generalizada en los centros educativos andaluces, pero que sigue en un cajón sin aplicarse, critica Ustea, que señala que aparte de poder recoger a los alumnos a partir de las 12.00 horas —del 15 de mayo en adelante— si las temperaturas son extremas, no se "plantean las dificultades que esta decisión causará en la conciliación familiar y laboral, o la agresión que supone al legítimo derecho a la educación del alumnado andaluz".
La consejera, Patricia del Pozo, recuerda que tiene en marcha un Plan de Bioclimatización y Energías Renovables en los centros docentes públicos de Andalucía, donde están contempladas 430 actuaciones. Sin embargo, se le olvida indicar que dicho programa, con un presupuesto de 140 millones de euros, se financia con los fondos REACT-EU (Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa) de la Unión Europea y que las actuaciones deberían haberse ejecutado antes de finales de diciembre de 2022, inciden desde el sindicato Ustea.
En Cádiz fueron 29 los centros elegidos para dicho Plan de Bioclimatización, cuando la provincia tiene cerca de 600 centros educativos. A un ritmo de 15 centros por año, se necesitarán cuatro décadas para completar el total de la provincia. Ustea Cádiz hace así un llamamiento para alertar sobre el grado de ejecución de las obras en estos centros seleccionados.
En Jerez, que aglutina más de la mitad de centros de toda la provincia que entraron en dicho programa, hay centros como el CEIP El Membrillar o el IES San Telmo en correcto funcionamiento del sistema de refrigeración adiabática. Y otros con gran parte de las obras pendientes, y que no confían que, en lo que queda de curso, estén terminadas sus instalaciones, como el IES Alvar Núñez, al IES Savater, al IES Josefa de los Reyes o al CEIP Antonio Machado.
En la zona de la Sierra de Cádiz el panorama es aún más desolador. Se había concedido este programa únicamente a dos centros: el IES Castillo de Matrera, de Villamartín y el CEIP San Juan de Ribera, de Bornos. Ninguno de los dos equipos están aún en funcionamiento, a falta de ultimar detalles y pruebas de puesta a punto. Ustea pide a la consejera Patricia del Pozo que se deje de "papeleo propagandístico" y que ponga en marcha de una vez por todas la Ley de Bioclimatización de los centros educativos.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), por su parte, ha reprochado a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional “que cargue a los equipos directivos de los centros educativos andaluces toda la responsabilidad de las medidas contra la incidencia del calor en las aulas” y ha exigido “soluciones estructurales frente a las altas temperaturas y cómo afectan en la actividad de los colegios e institutos de nuestra comunidad”.
La presidenta del Sector de Educación de CSIF-A, Elena García, ha lamentado que “la falta de acondicionamiento de muchos centros educativos provoque, un año más, importantes problemas en su actividad cotidiana”, al tiempo que ha reclamado “diligencia para materializar la Ley de Bioclimatización, que está guardada en un cajón, mientras los colegios viven el Día de la Marmota cada año cuando llegan las altas temperaturas”, ha subrayado.
Además, ha apuntado que “las actuaciones que se están llevando a cabo se hacen a un ritmo muy lento, habida cuenta del elevado número de centros educativos y de actuaciones necesarias”, al tiempo que ha reivindicado “que la Consejería tenga prevista anualmente una partida presupuestaria para acometer la bioclimatización de los centros educativos, de forma que las actuaciones no queden en papel mojado”.
“Se trata de un tema que afecta de forma directa a las condiciones laborales del profesorado y del PAS y al confort del propio alumnado, por lo que es urgente que se tomen las medidas necesarias para que la actividad en los centros se desarrolle en condiciones en las que no se vean afectadas la seguridad y la salud de las personas”, según ha explicado. En esta línea, ha aludido al “incumplimiento sistemático” de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales sobre las temperaturas que se deben mantener en los centros de trabajo, y que no deben superar los 27 grados como máximo.
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