Una quincena de profesores de la localidad sevillana de Dos Hermanas se unieron, cuando comenzó el confinamiento el pasado mes de marzo, para dar clases online de forma gratuita a niños y niñas de familias vulnerables. No era algo nuevo para ellos. Lo llevaban haciendo 15 años a través de Educademia, una academia de formación extraescolar que busca combatir el fracaso escolar. Con la pandemia, el proyecto mutó en Megaprofes, que bajo el lema Ningún menor detrás, empezó a atender a menores, en principio del municipio sevillano, pero pronto se sumaron docentes de todo el país, hasta el punto de que acabaron el curso con 150 voluntarios y más de 400 niños atendidos.
“Hemos reactivado Megaprofes, aunque no pensábamos cerrarlo, pero estamos redoblando esfuerzos para atender al máximo número de niños que lo puedan necesitar”, cuenta el pedagogo Manuel Pérez, impulsor de la iniciativa, cuando atiende a lavozdelsur.es. Este experto en Pedagogía, que lleva más de tres décadas como profesor en un colegio de Montequinto, y regenta un gabinete de apoyo psicopedagógico, asegura que en el proyecto se realiza “un trabajo serio”, ya que participan docentes con mucho bagaje y experiencia.
“La brecha digital es mucho mayor de lo que pensamos, es un drama”, sostiene Pérez, muy concienciado con el fracaso escolar que registra Andalucía, donde el 21,6% de los estudiantes de entre 18 y 24 años solo cuenta con el título de enseñanza secundaria obligatoria, según datos de 2019 del Ministerio de Educación y Formación Profesional, un 0,66% menos que el año anterior. España, con un 17,9% de media de fracaso escolar, tiene la peor cifra de la Unión Europea. “Estos datos se ceban con los niños de familias más pobres”, incide el pedagogo Manuel Pérez, quien asegura que “suspenden y repiten cuatro veces más que los de clase media”.
"La brecha digital es mucho mayor de lo que pensamos, es un drama. Los niños de familias humildes suspenden y repiten cuatro veces más que los de clase media"
El proyecto de Megaprofes, impulsado por Educademia junto a la Fundación Ideas, ofrece “una educación de calidad a todos los niños que lo necesiten”, con clases de apoyo escolar y refuerzo pedagógico online destinado a familias que se encuentren en situación de riesgo de pobreza o exclusión social. “En primer lugar se diagnostica qué necesidad tiene el niño y le asignamos el profesor adecuado”, cuenta Pérez. Entre los docentes voluntarios hay profesionales en activo, pero también estudiantes y jubilados, que “se han reencontrado con su profesión”.
Las clases se imparten por las tardes, y cada profesor tiene asignados entre uno y cuatro alumnos, durante dos horas diarias como mínimo un par de días a la semana, aunque hay quien destina hasta 15 horas semanales para impartir clases de Primaria, Secundaria, y hasta Infantil y Bachillerato, según el caso, que necesitan apoyo, algún tipo de refuerzo pedagógico o porque tienen necesidades educativas especiales. “Es un servicio solidario y gratuito de apoyo escolar y de refuerzo pedagógico hecho por gente con mucha profesionalidad, para todas las familias que lo necesitan”, recalca su impulsor.
Desde el inicio de las clases impartidas por Megaprofes, más de 200 profesores han atendido a más de 500 alumnos de todas las comunidades autónomas de España, e incluso algunos de otros países. Para poder acceder al programa, las familias deben acreditar su condición de vulnerabilidad —“pedimos requisitos similares a los necesarios para contar con el Ingreso Mínimo Vital”, cuenta Pérez—. “Hay quienes no tienen ordenador, tablet o portátil, y muchos no tienen ni Wifi”, cuenta, “por lo que vamos caso a caso y ayudamos en la medida de nuestras posibilidades, porque tenemos una red de entidades colaboradoras que nos ayudan”. Todo para que “ningún niño se quede atrás”.
Megaprofes, además, recibió el pasado verano una mención especial en la VII edición de los Premios Educativos Grandes Iniciativas que otorgan las fundaciones Atresmedia, La Caixa y Orange. Así, reconocen la labor, por ejemplo, de un profesor jubilado que trata a alumnos con dislexia, del docente que da clases a un joven camerunés que huyó de la guerra y las penurias de su país y que ahora tiene la ESO, o las clases de matemáticas que reciben menores de una docente instalada en la ciudad alemana de Hamburgo, todos megaprofes con todas las letras.
Manuel Pérez, el impulsor del proyecto, dirige una “academia social”, como él mismo la define, que lleva más de 15 años impartiendo clases gratuitas a niños que residen en zonas marginadas, a menores inmigrantes no acompañados y, en definitiva, “a niños que lo pasan mal”. “Tenemos a nuestros ángeles, menores del barrio de Cerro Blanco de Dos Hermanas, a los que damos tres horas de clase gratuitas y la merienda”, cuenta, unos programas que se interrumpieron por el confinamiento y que fueron sustituidos por la iniciativa Megaprofes.
“Soy una persona muy sensible al fracaso escolar, Andalucía es la última comunidad en el ranking de excelencia educativa. Es un drama la educación en Andalucía. Una vergüenza. Es hora de que se hagan leyes educativas y planes educativos serios que atiendan a todos los niños. La escuela tiene que ser compensatoria, no puede echar a los que no van bien”, sostiene. El pedagogo asegura que “lo ideal es lo que hace Finlandia, que tiene un pacto nacional por la Educación y lleva 30 años con la misma Ley, consensuada con la comunidad educativa”. “Nuestro caso es el contrario —agrega—, acabamos de aprobar la octava ley de Educación de la democracia, que nace prácticamente muerta”. “Es una pena porque la Educación carece de un consenso que es necesario”.
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