Con una manifestación de docentes en Andalucía a la vuelta de la esquina por los recortes en la educación pública, las carencias del sistema están haciendo mella en el profesorado.
La falta de recursos, las bajas sin cubrir y la alta ratio lleva a maestros y profesores a doblegar esfuerzos que, en ocasiones, no son suficientes. Laura Gómez, una profesora de Almería, ha manifestado en redes su frustración tras "salir derrotada del instituto psicológicamente".
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"Ha sido una mañana en la que me ha pasado de todo, hasta el punto de pensar si este es el trabajo con el que soñaba desde pequeña", relata esta docente, que ha enumerado algunos de los motivos por los que su profesión se está cargando de dificultades.
"Motivos tengo un montón, empezando por la ratio y la panzada de alumnos que tenemos en la clase. Es imposible llegar a todos. Dentro de esa amplía ratio tenemos atención a la diversidad. Si tengo 30 críos, a lo mejor tengo tres con adaptación curricular que llevan sus materiales de cosas de Primaria. Luego tengo alumnos con necesidades motóricas y alumnos disruptivos, que ya no son alumnos que se portan mal, son alumnos violentos", cuenta Laura.
Añade que le parece "genial que haya esa diversidad", pero reflexiona sobre la imposibilidad de llegar a todo el alumnado. "Cuando no tenemos los medios para atender esas necesidades, la clase es una tortura. No podéis imaginar la impotencia y la rabia que se siente cuando quieres llegar a todos esos alumnos y sientes que no les das una educación de calidad a ninguno. Es imposible atender a esas necesidades tú sola y entonces viene el agobio, las depresiones, la ansiedad y el estrés por parte del profesor. Eso me ha pasado a mí. Me he enfrentado a una clase en la que ha sido imposible dar la lección".
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