La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) ha dejado en Cantabria una de las preguntas más inesperadas en la prueba de inglés. La cuestión ha estado relacionada la presencia del popular momento televisivo de “Montoya, por favor”, surgido del programa La isla de las tentaciones. En plena tensión de exámenes, este guiño cultural ha provocado sorpresa, sonrisas y comentarios irónicos entre el alumnado.
Bajo el título “Montoya, please!”, el texto incluido en la opción 1 del examen reflexiona sobre las emociones y sentimientos que despiertan los realities, y en concreto, sobre el comportamiento de José Carlos Montoya que dio origen al ya célebre grito de Sandra Barneda en una playa del Caribe. “La presentadora le perseguía gritándole ‘Montoya, por favor’ por la playa caribeña que parece de película”, señalaba uno de los fragmentos del ejercicio.
De la televisión a las redes y al aula
El contenido del texto también abordaba el impacto social y las interpretaciones que ha generado el comportamiento del concursante. “Algunos espectadores piensan que fue genuino y rompedor, otros creen que exageró para hacerse famoso”, se leía en el análisis incluido en el examen. Una forma, según algunos profesores, de vincular los formatos contemporáneos con el estudio del idioma desde una perspectiva crítica.
Lejos de la polémica, la inclusión del fenómeno viral ha generado una oleada de reacciones en redes sociales, especialmente entre quienes han realizado la prueba. "Montoyita me ha salvado la media de la PAU, la verdad", compartía una joven en tono desenfadado, reflejando el alivio con el que muchos han recibido un tema que dominan fuera del aula.
Pese a tratarse de una prueba oficial, el guiño a la cultura popular televisiva ha sido interpretado como una forma de acercar el examen a la realidad del alumnado, al tiempo que se mantenía el enfoque académico de la comprensión lectora y el análisis crítico. Profesores consultados coinciden en que estas estrategias, bien ejecutadas, pueden motivar al estudiante.
Mientras miles de jóvenes siguen enfrentándose esta semana a los exámenes decisivos para su futuro académico, momentos como este recuerdan que, entre tanta presión, también hay espacio para el humor, la sorpresa y la conexión con el presente.
