El último operativo de vigilancia de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Andalucía ha revelado una cifra que llama poderosamente la atención: el 60,2 % de los vehículos de transporte escolar controlados fueron denunciados por incumplir algún precepto de seguridad. La mayoría de las sanciones no se relacionan con fallos mecánicos ni con la conducción, sino con irregularidades administrativas que, sin embargo, son clave para garantizar la seguridad de los menores.
Entre el 10 y el 14 de noviembre, los agentes de la Guardia Civil inspeccionaron 756 autocares destinados al transporte escolar. De ellos, 455 recibieron algún tipo de denuncia, acumulando un total de 1.057 infracciones. Los datos, difundidos este domingo, muestran que una parte importante del sector aún no cumple con los requisitos exigidos por ley.
El mayor bloque de infracciones corresponde a la falta de documentación obligatoria. El 30,4 % de las denuncias (322) se impusieron por no disponer de la autorización especial para transporte escolar, mientras que el 20,9 % (221) fueron por carecer del seguro de responsabilidad ilimitada, imprescindible para proteger a los menores en caso de accidente. Dos incumplimientos que, aunque administrativos, suponen una vulneración directa de las garantías básicas exigidas al transporte escolar.
Aun así, no todo han sido malas noticias. La DGT ha destacado positivamente que no se registró ninguna denuncia por exceso de velocidad y que ningún conductor dio positivo en los controles de alcohol y drogas. Datos que, en un contexto tan sensible como el transporte de menores, resultan tranquilizadores.
No ocurre lo mismo con el descanso y los tiempos de conducción. En esta campaña, las denuncias por exceso de horas al volante o por minoración de los descansos se duplicaron, afectando a 104 vehículos, lo que supone el 9,8 % de los inspeccionados. Un aspecto especialmente delicado, ya que puede influir directamente en la seguridad vial.
Sin ITV ni persona cuidadora
En materia de seguridad técnica, también hubo incidencias: 37 vehículos presentaban deficiencias en puertas de emergencia o servicio, 14 no tenían la ITV en vigor y seis no contaban con cinturones de seguridad o tenían fallos en su funcionamiento. A esto se suma que 13 autobuses fueron denunciados por circular sin la persona encargada del cuidado de los menores, una figura obligatoria cuando se transporta alumnado de determinadas edades.
En definitiva, aunque los controles de alcoholemia y velocidad arrojan datos positivos, la elevada cantidad de faltas administrativas y técnicas vuelve a poner el foco sobre la necesidad de reforzar el cumplimiento normativo en un servicio tan sensible como el transporte escolar.