La asociación Fampa Nueva Escuela denuncia irregularidades e incumplimientos en el contrato de las empresas que gestionan los comedores sociales en Sevilla. Numerosos centros han creado en sus consejos escolares comisiones de comedores que permiten a las familias conocer mejor el funcionamiento del comedor escolar y hacer catas de los menús que comen sus hijos e hijas.
"Los hallazgos no nos han sorprendido, llevamos años denunciando lo mismo, pero sí ha servido para que las familias sean conscientes y no se conformen con los informes favorables de la APAE", sostiene Rocío Bejínez, responsable de la comisión de comedores escolares de Fampa.
Bejínez explica que ha recibido denuncias de las familias a comedores donde se ha dejado comida en la cámara durante el fin de semana, algo prohibido por los pliegos de prescripciones técnicas. "Parece ser que dejar fruta es lo más habitual, pero en un caso el alumnado tuvo que almorzar albóndigas de lata el lunes, porque se había ido la luz el fin de semana y se había perdido la cadena de frío", comenta.
Según cuenta en un comunicado, en cuanto a la calidad del menú, las denuncias se repiten “comida insípida, en algunos casos fría, pan que a veces se presenta congelado, poco apetecibles… y muy repetitivos, hasta tres veces macarrones en semana”. Algunos los repiten y otros no en función del Plan Evacole.
Fampa recuerda que una de las mejoras que la consejería incluyó fue la obligación de las empresas a llevar a cabo un seguimiento y control sobre la aceptación de los platos, para que aquellos que tuvieran menos aceptación fueran mejorados o modificados. "Esto negro sobre blanco está muy bien, pero en la práctica no se hace, sólo cuando el AMPA logra que la APAE se implique y esta da un toque a la empresa se logra algo, pero a la larga las empresas vuelven a los antiguos hábitos", manifiesta.
La responsable transmite que la consejería es consciente de esta situación. "En una reunión Manuel Cortés me llegó a decir que había notificado a la Consejería que los niños andaluces comen a diario comida de hospital, y sin embargo aquí estamos, con un modelo que favorece los intereses de unas empresas que siempre son las mismas y con el menú más caro", dice desde la asociación que considera que “esto no es sólo una cuestión del derecho a conciliar, hay miles de niños y niñas andaluzas en riesgo de extrema pobreza que tienen que elegir entre comer o malcomer".
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