La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de Andalucía, María del Carmen Castillo, ha defendido este viernes la eficacia de los protocolos contra el acoso escolar tras el suicidio de una adolescente de 14 años en Sevilla. La joven falleció al precipitarse desde un balcón en la calle Rafael Laffón, después de que su familia ha denunciado en varias ocasiones situaciones de acoso sufridas por la menor.
Castillo ha asegurado que los procedimientos vigentes han ofrecido resultados positivos y han contado con medidas específicas para detectar e intervenir en cada caso. Entre ellas, ha mencionado la comunicación con las familias y los servicios sanitarios, así como la adopción de actuaciones dentro del centro educativo y en el entorno familiar. Ha recalcado que estos protocolos son una herramienta fundamental frente al debate sobre su posible simplificación.
La consejera ha destacado que la correcta aplicación de estos mecanismos ha permitido evaluar el riesgo, intervenir de manera temprana y realizar un seguimiento individualizado del alumnado implicado. Ha subrayado que su propósito es proteger a las víctimas y corregir las conductas de los presuntos agresores.
Castillo ha incidido en que la prevención y gestión del acoso escolar ha requerido la implicación conjunta de centros educativos, familias y sociedad. Ha considerado que la colaboración entre todos los actores ha sido esencial para fomentar valores de respeto y empatía, así como para mejorar la detección temprana de los casos.
No se activaron los protocolos
La titular de Educación ha reconocido el esfuerzo de los colegios por promover la convivencia, pero ha recordado que la intervención efectiva ha dependido también del compromiso de los padres, los medios de comunicación y la comunidad. Ha enfatizado que la sensibilización colectiva ha sido clave para prevenir situaciones de acoso.
En relación con el caso de Sevilla, ha explicado que, según la información recopilada por la Inspección Educativa, la familia de la menor ha comunicado al centro indicios de acoso, aunque no se han activado los protocolos de acoso escolar ni los relativos a conductas autolíticas. Como medida puntual, y a petición de la familia, las alumnas presuntamente implicadas han sido trasladadas a otras aulas, una actuación que, según Castillo, no ha sustituido la aplicación formal de los protocolos establecidos.
Finalmente, la consejera ha expresado su pesar por la muerte de la joven y ha trasladado sus condolencias a la familia y a la comunidad educativa del colegio Irlandesas Loreto. Ha destacado la necesidad de acompañar a estudiantes y docentes en momentos de duelo y de reforzar las medidas de apoyo emocional en los centros.