Docentes interinos procedentes de diferentes puntos de Andalucía se han dado cita en una concentración estatal este martes 9 de diciembre, frente al Congreso de los Diputados en Madrid. Así, vuelven a poner en el foco el largo conflicto por la temporalidad en el sector educativo. La convocatoria, impulsada por el recién creado Sindicato Andaluz de Docentes Interinos y Aspirantes (Sadia), ha reunido a profesionales que denuncian un proceso de estabilización que consideran lleno de irregularidades y muy alejado de la realidad laboral que viven desde hace años.
Sadia, que nace de un grupo de docentes decididos a alzar la voz frente a lo que describen como “injustas oposiciones”, insiste en que su irrupción tiene un objetivo claro: mejorar la calidad educativa mediante procesos justos, el fin del abuso de temporalidad y la fijeza para el personal interino en situación de “fraude de ley”, es decir, quienes han visto prolongados sus contratos de manera indebida durante largos periodos. “La fijeza para quienes estamos en abuso de temporalidad no es un regalo: es justicia”, recuerdan.
Dentro de esta línea reivindicativa, el sindicato ha impulsado también una huelga educativa en Andalucía coincidiendo con la fecha de la concentración, una acción conjunta que pretende subrayar la gravedad del problema y exigir soluciones inmediatas. A lo largo de la protesta, los manifestantes han exhibido pancartas reclamando estabilización real, un mensaje que resonó con fuerza bajo el lema "Fijeza ya".
En busca de la estabilización
Entre sus demandas, los docentes enumeran puntos que consideran irrenunciables. "Fijeza como sanción al abuso, conforme a la Directiva 1999/70/CE. Readmisión inmediata de quienes fueron cesados estando en abuso. Calendario real para alcanzar el 8 % europeo. Transparencia absoluta en plazas y criterios. Fin del relato falso: la estabilización no fue un logro, fue la mayor purga laboral a coste cero en España. El mismo trato en las condiciones de trabajo que el resto de trabajadores fijos tal como exigen las directivas europeas".
Mientras el eco de las consignas se extendía, los participantes coincidían en un mensaje: la lucha no ha terminado. Para este colectivo que asegura sentirse desprotegido durante años, reclamar estabilidad no es solo una reivindicación laboral, sino un paso imprescindible para garantizar un sistema educativo sólido y respetuoso con sus trabajadores.
