El Instituto Nacional de Estadística ha publicado los datos mensuales de inflación que reflejan una bajada del 1,6%, situándose ya en un 7,3%. Desde este organismo señalan como principal factor que está provocando esta bajada las medidas de control de precios de la energía, que llegaron a batir récords en verano.
El imparable ascenso de los precios de la electricidad y el gas durante el periodo estival, sumados al temor de un posible corte del suministro por parte de Rusia que dificultara el uso de los sistemas de calefacción cuando llegara el invierno, obligaron a la Comisión Europea a aprobar una serie de medidas de control y racionalización del gasto energético que, posteriormente, aplicaron los distintos países.
En el caso de España, por ejemplo, se han impuesto medidas de ahorro en sistemas de aire acondicionado en los negocios y se han reducido las horas en que permanecerán encendidos los alumbrados ornamentales en determinados lugares públicos de las ciudades. De igual manera, se ha estipulado un horario menor del habitual para el encendido de las luces de navidad.
Cabe destacar que, aunque los datos generales han bajado de nuevo, la tasa de inflación subyacente, un indicador más realista, ya que no contabiliza alimentos no elaborados ni productos energéticos, se mantiene en un 6,2%, unos números que siguen siendo bastante elevados.
Pese a lo positivo de estos datos, los expertos advierten que la inflación media anual todavía sigue siendo extremadamente alta y se mantiene en torno al 8%, por lo que auguran que, de mantenerse este descenso progresivo, no será hasta mediados o finales de 2023 cuando se recuperen tasas que se pueden considerar habituales.
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