La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El Gobierno ha decidido aplazar hasta 2027 la entrada en vigor de Verifactu, el sistema que obligará a empresas y autónomos a utilizar programas informáticos capaces de enviar sus facturas directamente a Hacienda. La medida, aprobada este martes en Consejo de Ministros mediante un Real Decreto-ley, supone un respiro para miles de contribuyentes que debían adaptarse al nuevo marco en 2026.

Hasta ahora, las empresas con una facturación inferior a seis millones de euros estaban obligadas a contar con estos softwares a partir de enero de 2026, mientras que los autónomos debían incorporarlos desde el 1 de julio del mismo año. Con el retraso anunciado, las compañías tendrán de plazo hasta el 1 de enero de 2027 y los profesionales por cuenta propia hasta el 1 de julio de ese mismo ejercicio.

Según informó el Ejecutivo, la ampliación forma parte de los acuerdos alcanzados con Junts para garantizar la gobernabilidad. El Ministerio de Hacienda argumenta que el aplazamiento responde a la necesidad de adaptar de forma adecuada los sistemas informáticos de facturación y asegurar una implantación homogénea en todo el tejido empresarial.

Verifactu fue incorporado en 2021 a la Ley contra el fraude fiscal con el objetivo de impedir que se oculten ventas y evitar modificaciones posteriores en las facturas emitidas. Para ello, obliga a utilizar un Sistema Informático de Facturación (SIF) que impida la contabilidad paralela y que pueda enviar los datos a la Agencia Tributaria de forma inmediata.

El régimen sancionador era especialmente severo: el incumplimiento podía ser castigado con multas de hasta 50.000 euros. Aunque Hacienda no había hecho obligatoria la remisión automática de las facturas, sí había advertido en distintos foros de que se vigilaría más de cerca a quienes no compartieran esta información.

La nueva obligación había generado un notable número de dudas entre pequeñas empresas y autónomos, que se preguntaban si sus programas habituales seguirían siendo válidos, si podrían usar Excel o Word o qué ocurría con quienes aún facturaban a mano. La Agencia Tributaria publicó guías en su web, pero muchos profesionales seguían sin tener claro el alcance real de la normativa.

Hacienda precisó que quienes emitan todas sus facturas a mano quedarían excluidos de Verifactu, aunque quedarían obligados si en algún momento elaboraban una factura mediante un programa informático. En cuanto a Excel y Word, la clave era determinar si estas aplicaciones procesaban o no los datos incorporados: si lo hacían, se debía usar un software adaptado al nuevo sistema.

Pidieron una herramienta gratuita

Ante el coste añadido que supone la adaptación, cientos de autónomos solicitaron a la Agencia Tributaria una herramienta gratuita. Hacienda desarrolló una aplicación online para quienes emiten pocas facturas al año, aunque su uso implicaba la obligación de remitirlas automáticamente al fisco. Esta es ya la segunda prórroga: inicialmente, Verifactu debía entrar en vigor en julio de 2025, pero fue pospuesto a 2026 tras recibir más de 200 páginas de alegaciones.

La nueva fecha coincidirá con otra obligación relevante para pymes y autónomos: la de emitir todas sus facturas en formato digital, también retrasada a 2027. Las principales organizaciones empresariales —Cepyme, ATA y Ceaje— han acogido positivamente esta decisión, que consideran un alivio por ofrecer un margen mayor de adaptación.

Sin embargo, tanto UPTA como Uatae critican que los continuos cambios del Gobierno generan inseguridad jurídica y añaden incertidumbre a la actividad de los trabajadores por cuenta propia, que llevan meses intentando prepararse para un sistema cuyo calendario aún no se ha estabilizado.

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Francisco J. Jiménez

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