La Vega, la histórica cafetería reconvertida exclusivamente en un bar de copas por los nuevos gestores, tiene desde hace unas semanas un nuevo atractivo en su exterior: un reloj publicitario de The Macallan, la prestigiosa marca premium de whisky escocés con importantes intereses en Jerez (en empresas como Estévez, Tevasa y Vasima). Ese reloj está en perfecta sintonía con la decoración exterior del local, y es, precisamente por la noche, con la iluminación muy a la americana del local, cuando más llama la atención.
La Vega es un local que está funcionando bien desde que lo cogieron los portuenses del grupo Bam Bam y reorientaron la propuesta hacia un público más joven. Es una de las mejores esquinas del centro de Jerez, sin duda, Esteve con Doña Blanca, como ha visto The Macallan, que va aumentando su presencia en distintos bares y restaurantes de Jerez (con estanterías en alguno de los mejores restaurantes y otros locales de copas más populares, por ejemplo, en el Arenal), pese a tratarse de un artículo de lujo y que, claro está, no se pueden permitir todos los bolsillos.
En la actualidad, como es sabido, José Estévez SA (desde hace casi dos años con el 50% de su capital en manos de Edrington, grupo propietario a su vez de The Macallan), está a la espera de que obtener todas las licencias para comenzar las obras del proyecto industrial y turístico que quiere desarrollar en Guadalcacín, en lo que era la antigua azucarera. El proyecto está ligado, lógicamente, al 'sherry cask', al envinado en botas con jerez en las que terminarán su crianza estos prestigiosos whiskies. La idea del grupo escocés es controlar todo el proceso, en lugar de subcontratarlo entre distintos operadores, como hacía anteriormente.

El reloj de La Vega está a menos de cincuenta metros del antiguo reloj 'Pedro Domecq' del Gallo Azul, una joya de 1934 que recientemente ha sido restaurada tras una colaboración entre el Ayuntamiento de Jerez y la bodega Cayetano del Pino. Desde hace unas pocas semanas están estos dos relojes casi enfrente, ambos dignos de levantar la vista para ver la hora, en pleno centro de Jerez.
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