La Plaza de la Asunción de Jerez ha acogido en la tarde de este pasado jueves la presentación de la plataforma Jerez por el Clima, donde se ha hecho un llamamiento a toda la ciudadanía a "a sumarse a la marcha que haremos el 25 de marzo". Dicha plataforma participa activamente en la convocatoria de Marcha Provincial por el Clima, que se está preparando para el próximo 25 de marzo.
Dentro del manifiesto de Cádiz por el Clima, un grupo muy numeroso de organizaciones y personas de las ciudades y pueblos de la provincia de Cádiz "hemos visto la necesidad de dar un impulso al espacio Cádiz por el Clima, una plataforma de reflexión y de
movilización ante la situación de emergencia climática que padecemos y la inacción de los gobiernos".
El impacto global del cambio climático, manifestado en forma de olas de calor, incendios, inundaciones, enfermedades emergentes…, es alarmante y obliga a la sociedad civil y a las administraciones a buscar soluciones sin demora, con medidas eficaces y participativas. "Más de cerca, los impactos cotidianos relacionados con el incremento de los precios de los alimentos, los combustibles y la energía, el riesgo de sequía, la desprotección de los colectivos más vulnerables, donde los servicios públicos, lejos de reforzarse, están siendo mermados, exigen una fuerte movilización ciudadana", recuerdan.
"El actual modelo económico —han abundado— está poniendo en riesgo la vida en el planeta y, al recurrir a respuestas armadas en los conflictos entre países, supone también una amenaza para la paz mundial. La guerra en Ucrania ha puesto en evidencia, una vez más, la fragilidad del sistema económico a escala global y la estrecha dependencia de los combustibles fósiles de este sistema consumista y depredador. La crisis mundial está provocando que las personas y los países más vulnerables estén sufriendo en su vida cotidiana una precariedad alimentaria y energética con más sufrimiento".
En este contexto, añaden, "esta injusticia climática exige de los poderes públicos actuar en favor de estas personas, avanzando en la soberanía alimentaria y energética. Necesitamos de manera urgente una transición ecológica justa, en la que se protejan los derechos humanos de las generaciones presentes y futuras. Las advertencias del medio ambiente y de la ciencia son cada vez más preocupantes, anunciando un colapso ambiental y social de no adoptar medidas enérgicas con cambios en el modelo de producción y de consumo".
Bajo la premisa de que "es el momento de pensar globalmente y actuar localmente, y con urgencia", la plataforma se movilizará contra el cambio climático, emplazando a todos a llevar a cabo medidas contundentes:
1. Elaboración y puesta en práctica por los ayuntamientos de los obligados planes municipales frente al cambio climático, con medidas vinculantes surgidas de la participación activa ciudadana.
2. Favorecer y potenciar los modos de movilidad menos contaminantes y agresivos contra el medio ambiente, como son marcha a pie, bicicleta y transporte público, cumpliendo los compromisos de Zonas de Bajas Emisiones en los municipios medianos y grandes. Disminuir las necesidades de movilidad es una necesidad acuciante.
3. Promover el comercio de proximidad, garantizando canales cortos de distribución y acceso a alimentos sanos.
4. Proteger la tierra fértil y el agua, con la agroecología como referente obligado.
5. Desplegar un nuevo modelo energético basado en las energías renovables, el autoconsumo, las comunidades energéticas locales y el ahorro y la eficiencia energética.
6. Evitar el despilfarro y el derroche, separar los biorresiduos para hacer un compost de calidad e incrementar y cuidar todas las zonas verdes.
7. Garantizar el acceso a los derechos humanos básicos: la vivienda, la salud y el aire limpio, con atención a los colectivos y personas más vulnerables.
8. Proteger y conservar la biodiversidad. Renaturalizar las ciudades para las personas y poner la vida en el centro.
9. Facilitar espacios de convivencia en los barrios, fomentando el asociacionismo y la participación ciudadana.
10. Preparar las zonas urbanas para hacer frente a los efectos que el cambio climático ya está provocando en la habitabilidad y confortabilidad de los espacios públicos, una dinámica que va a aumentar su magnitud y virulencia.
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