La 'Revolución Verde' ha sido uno de los principales eslógan de Juanma Moreno desde que llegó al Gobierno de la Junta de Andalucía. Fue creado para mostrar su compromiso medioambiental, algo que tradicionalmente ha estado vinculado a los partidos de izquierdas. El Gobierno andaluz lo repite cada semana en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. La presencia en la Cumbre del Clima de Dubai hace unos días, además, le dio impulso a Juanma Moreno en su discurso.
El presidente de la Junta de Andalucía viajó a los Emiratos después de salvar un asunto delicado como el de los regadíos en el Parque Nacional de Doñana. El tramo final de la anterior legislatura y el inicio de esta estuvo marcado por numerosas críticas al Partido Popular en su intento de aprobar una ley que regularizaba cientos de hectáreas de regadíos ilegales. No obstante, en el último momento el diálogo entre Junta y Gobierno llegó a buen puerto.
Sin embargo, eso no ha sido suficiente. El desgaste de la marca Doñana no ha cesado en este periodo y, pese al acuerdo, esta semana ha llegado una dura noticia para el Parque Nacional. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha sacado a la reserva natural andaluza de su lista verde. Se trata de la primera vez que un espacio de este tipo pierde el prestigioso sello de la organización medioambiental más importante del mundo.
Pese a que la Junta, por boca del propio Juanma Moreno, ha insistido en que no tiene constancia de ninguna notificación, la ministra Teresa Ribera sí lo ha confirmado. El hecho, sin duda, supone un golpe duro a la gestión medioambiental del Ejecutivo andaluz ya que la decisión de la UICN hace referencia, precisamente, a las políticas de conservación del Parque Nacional.
En cualquier caso, tanto Gobierno como Junta, en el día en el que se celebraba una reunión del Consejo de Participación de Doñana, han mostrado sus intenciones de colaborar para que Doñana recupere el prestigio que ha perdido con la disputa política provocada por la ley de regadíos en los últimos dos años. "Vamos a hacer todos un esfuerzo, las administraciones competentes, Estado y comunidad autónoma para que Doñana brille con luz propia", ha manifestado el propio Moreno.
La noticia ha abierto la posibilidad de que haya cierta inestabilidad. Al menos en lo que se refiere al discurso ecologista del Gobierno andaluz. Tanto partidos de la oposición como organizaciones ecologistas han lamentado la situación y han criticado al Ejecutivo. El más duro ha sido, sin duda, el PSOE. El diputado Mario Jiménez no ha tardado en pedir la dimisión de Ramón Fernández-Pacheco, portavoz y consejero de Medioambiente. El consejero, pese a los avisos en verano, negó que la retirada de este sello fuera una posibilidad. "Si Ramón Fernández-Pacheco no presenta su dimisión, toda la responsabilidad tendrá un nombre: Juan Manuel Moreno Bonilla", ha insistido el socialista.
Adelante e Izquierda Unida se han sumado a los reproches al Gobierno andaluz y han pedido al Ejecutivo de Moreno que dé explicaciones sobre lo ocurrido y, además, que no se vuelva a poner en riesgo el espacio protegido. Ecologistas en Acción o SEO/BirdLife también han calificado el día como "triste" pidiendo a la Junta de Andalucía que reaccione ante esta situación.
Lo cierto es que desde el Gobierno andaluz no se ha tardado en reaccionar, a pesar de haber negado previamente la noticia. Fernández-Pacheco ha aprovechado un acto de Europa Press para anunciar que la Junta autorizará de manera inminente la compra de 7.500 hectáreas en la finca Veta la Palma por un valor de 72,6 millones de euros. La finca está en las inmediaciones del Parque Nacional y va a servir para preservar la fauna y la flora de la zona gracias a la gran laguna que posee.
La polémica de Sierra Nevada
Lo sucedido con Doñana no ha sido el único tema que ha vuelto a poner en duda el compromiso y, sobre todo, la gestión medioambiental del Gobierno de Andalucía. Las políticas que se están llevando a cabo en Sierra Nevada para salvar la temporada turística de esquí también ha despertado un buen número de críticas.
Al mismo tiempo que la Junta lamenta la sequía y pide responsabilidad a la población ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aumenta la concesión de agua del río Monachil para poder fabricar más nieve artificial debido a la falta de precipitaciones naturales por las altas temperaturas. El argumento de la Junta es que esa nieve posteriormente va a volver de forma natural a su cauce en forma de agua y no se va a perder "ni una gota".
La CHG, en cualquier caso, ha pedido a la Junta que justifique esta petición presentando una evoalución medioambiental que asegure que este aumento en la extracción de agua no va a suponer perjuicios para el medio natural. Izquierda Unida, por su parte, ha recogido una denuncia de colectivos ecologistas y ha llevado este caso al Parlamento Europeo para informar a las instituciones de la UE del asunto y lo investigue.
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