La acuicultura española ha dado un paso firme hacia la sostenibilidad, con un 98% de su producción ya certificada ambientalmente y un 87% de las empresas utilizando energía solar, según refleja la Memoria de Sostenibilidad 2025 publicada por Apromar, en colaboración con Ctaqua y la red Rema.
El informe constata una tendencia ascendente en los esfuerzos del sector por reducir su impacto ecológico. Entre los avances más relevantes se encuentra el cálculo de la huella de carbono cradle-to-shelf en especies clave como la lubina, el rodaballo y la trucha arcoíris, con resultados que posicionan al pescado de acuicultura español como uno de los productos de origen animal con menor huella de carbono del mundo. Sin embargo, hay muchos desafíos por delante para el mayor productor de Europa.
Con una producción de 266.066 toneladas en 2023, España lidera el ranking europeo aunque, debido a que mucha parte corresponde a mejillones, no es el país que obtiene más rédito de la actividad. Y por otro lado, es una actividad para la que hay un sinfín de trabas burocráticas, por lo que los proyectos tardan años en ponerse en marcha.
En Andalucía, según los últimos datos publicados, con más de 90 años de historia, la acuicultura genera más de 6.500 empleos directos y el valor económico global asciende a 760 millones de euros con un trabajo de unas 130 empresas.
Menor impacto y más eficiencia
El análisis, desarrollado junto con el IRTA, revela que estas especies presentan valores de entre 4 y 5,5 kg de CO₂ equivalente por kilo, lo que refuerza la imagen del sector como productor de proteína animal bajo impacto ambiental.
Otro logro destacado es la reducción del índice FIFO (Fish In, Fish Out), que mide la dependencia de la acuicultura respecto a recursos pesqueros. Esto ha sido posible gracias a la incorporación de microalgas, subproductos marinos y nuevas harinas y aceites sostenibles en los piensos, muchos de ellos ya bajo certificación de calidad y sostenibilidad.
Desde el punto de vista laboral, el sector también presenta cifras sólidas: el 85% de los empleos son fijos, y un 75% de las empresas ha iniciado su digitalización. Aunque la participación femenina se mantiene en un 25%, se han impartido más de 5.600 horas de formación continua durante 2023, con vistas a seguir profesionalizando el sector.
Bienestar animal y compromiso a 2030
Uno de los pilares emergentes es el bienestar animal, con cuatro guías técnicas ya consensuadas por universidades, ONG y centros de investigación desde 2022, y una quinta en desarrollo. Esta edición de la memoria incluye además nuevos indicadores sobre salud y bioseguridad animal.
Con la vista puesta en 2030, la acuicultura española ha fijado tres grandes ejes de actuación: sostenibilidad ambiental, eficiencia productiva y fortalecimiento del capital humano. Entre las acciones previstas se encuentran el cálculo de la huella hídrica, el impulso a energías renovables, y la apuesta por modelos de transporte más sostenibles.
"Producimos proteína de alta calidad con una de las huellas ecológicas más bajas del mundo", ha subrayado Garazi Rodríguez, responsable del Plan de Producción de Apromar y coordinadora de REMA. También ha reafirmado la voluntad del sector de “liderar la transformación azul” basada en la innovación, la transparencia y la sostenibilidad.
Alimentación sostenible, de insectos a microalgas
La sostenibilidad se busca también en la alimentación de las especies: "La acuicultura es de las actividades con mayor legislación y normativa aplicada de la Unión Europea. Está muy regulada porque lo que se contiene es un alimento, y se aplican controles de trazabilidad muy estrictos. No escuchamos ninguna alerta sobre este alimento", afirma.
"Los animales están criados con piensos muy bien medidos para necesidades, con ingredientes naturales de origen vegetal, como la harina de guisantes, o con nuevos ingredientes que se están investigando y probando cada día, como los insectos o las microalgas. Se usan materias primas de fuentes certificadas", añade.
Las diferencias entre un producto de pesca extractiva y el de acuicultura "son muy pocas, no son significativas".


