Andalucía se ha fijado como meta para 2039 convertirse en la primera región española en producción de agua regenerada, con un volumen anual estimado de 262 hectómetros cúbicos. Así lo expuso este lunes el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco, durante la Cumbre IDRA 2025 sobre Agua y Cambio Climático celebrada en Reikiavik, Islandia.

En su intervención, Fernández-Pacheco repasó las políticas impulsadas por la Junta de Andalucía, entre ellas la desalinización, la reutilización de aguas y la modernización del regadío, presentadas como herramientas para afrontar la sequía y la sobreexplotación de recursos hídricos. "Desde Andalucía trabajamos hacia la resiliencia hídrica y utilizamos todas las fortalezas que tenemos para preparar a nuestra región para la sequía y las inundaciones del presente y el futuro", afirmó.

El consejero defendió que la desalación se ha convertido en un recurso clave para sectores estratégicos como la agricultura bajo plástico y destacó que la Estrategia de Recursos Hídricos no convencionales prevé para 2039 una capacidad de desalación de al menos 380 hm3 anuales, sumando un total de 600 hm3 adicionales entre agua desalinizada y regenerada.

Además, Fernández-Pacheco señaló que no basta con producir agua, sino llevarla hasta donde se necesita. La Junta ha destinado cientos de millones de euros a conectar estaciones depuradoras con comunidades de regantes, a tecnificar regadíos y a almacenar agua de lluvia. Según el consejero, el objetivo es “que no se pierda una sola gota de agua”.

Recursos hídricos no convencionales

Expertos independientes señalan que la apuesta por los recursos hídricos no convencionales podría ayudar a garantizar la seguridad alimentaria y la competitividad agrícola de la región, aunque recuerdan que la eficiencia del sistema dependerá también de la gestión y la inversión continuada en infraestructuras.

Durante la cumbre, Fernández-Pacheco destacó la relevancia del agua para el desarrollo económico de Andalucía, no solo para la agricultura, sino también para el turismo, la atracción de inversiones en energías y nuevas tecnologías, y la preservación del patrimonio natural.

La hoja de ruta presentada contempla que para 2039 Andalucía haya incrementado significativamente su capacidad de producción de agua regenerada y desalinizada, consolidándose como referente en España en recursos hídricos no convencionales, en un contexto de cambio climático y creciente demanda de agua.

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Francisco J. Jiménez

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