La Audiencia Nacional ha dictado sentencia condenando a cuatro guardias civiles de Isla Mayor, en la provincia de Sevilla, por colaborar con el tráfico de drogas y facilitar la entrada de cargamentos de hachís desde Marruecos a una organización criminal.
El alto tribunal ha considerado probado que los agentes "hacían la vista gorda" cuando se producía el tráfico con la sustancias cuando pasaba por la localidad sevillana.
Todos los acusados reconocieron los hechos por los que se le imputaban exceptuando al sargento Francisco Javier C. B., condenado finalmente por delitos de tráfico de drogas con pertenencia a organización, blanqueo de capitales y cohecho.
Las penas dictadas van desde los cuatro años y seis meses de prisión a los catorce años, según fuentes de la Audiencia Nacional. La sentencia recoge que los días 7 y 10 de abril del año 2016 el sargento Francisco Javier C. B. colaboró con un narco de la localidad apodado 'El Negro' para proteger los alijos a cambio de una sustanciosa cuantía económica que oscilaría entre los 6.000 y los 20.000 euros, según fuese el éxito de la operación.
También recoge que los guardias civiles Luciano M.V., Claudio G.G. y Juan Rafael M.R. pactaron con el sargento el dinero que la organización criminal les iba a entregar a cada uno.
La sentencia señala claramente que "se ha estimado la existencia de un concierto entre el jefe de la organización de narcotraficantes, R.C., y cuatro de los miembros de la comandancia de la Guardia Civil de Isla Mayo", pues los guardias civiles "facilitaban la entrada del hachís procedente de Marruecos". El tribunal ha desestimado, por "carecer de la más mínima verosimilitud" la defensa del sargento que estaba fundamentada en que "fingía participar en operaciones de tráfico de drogas con la finalidad de captar información".
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