Su ubicación cercana al Guadalquivir ha marcado su devenir histórico y comercial. Y es que a pocos kilómetros de la capital hispalense se encuentra La Rinconada, un municipio que combina historia, tradición y modernidad en un entorno privilegiado. Sus orígenes se remontan a la época romana, cuando su estratégica ubicación junto al río Guadalquivir la convirtió en un enclave agrícola y comercial. Más tarde, La Rinconada consolidó su identidad con una estructura urbana que aún conserva vestigios en su trazado y en algunas edificaciones históricas.
Hoy, este municipio sevillano se erige como un destino que ofrece múltiples atractivos tanto para los amantes de la cultura como para quienes buscan naturaleza y tranquilidad. El viajero puede disfrutar de monumentos como la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, del siglo XVIII, o recorrer el Centro Cultural de La Villa, epicentro de la vida artística local, ya que acoge todo tipo de actividades, de exposiciones, a representaciones teatrales o conciertos.
Para los más aventureros, La Rinconada cuenta con espacios naturales como el Parque de El Majuelo o la ribera del Guadalquivir, ideales para paseos, rutas cicloturistas y actividades al aire libre. Además, en su oferta gastronómica destaca un producto estrella como es la patata, para la que este año se ha celebrado unas jornadas dedicadas a este producto y las múltiples opciones de consumo que ofrece.
Cerro Macareno, un referente
Visitar La Rinconada es descubrir un rincón donde el pasado está presente como el Cerro Macareno como el principal referente. Es un yacimiento que consiste en un tell, palabra de origen árabe que designa a un montículo artificial producto de la acumulación de restos arqueológicos de unas civilizaciones sobre otras. Las investigaciones llevadas a cabo en este yacimiento han permitido establecer una cronología cuyos inicios se remontan a mediados del siglo VIII a.C.