Chiclana, joya del litoral gaditano, aumenta su prestigio y excelencia como destino turístico español de primer nivel. El municipio chiclanero despliega su encanto entre marismas, pinares y el brillo inconfundible del Atlántico a través de playas como La Barrosa.
Situada a apenas media hora del Aeropuerto de Jerez, esta localidad de la Costa de la Luz combina tradición, belleza natural y una oferta turística que la ha convertido en uno de los destinos más completos del sur de España. Y no solo es playa, ya que de un tiempo a esta parte, cada vez cuesta más que se ponga el sol de la temporada alta en la localidad chiclanera, cuya oferta para el turista es distinta a las de localidades de su entorno.
Su emblema es la playa de La Barrosa, con ocho kilómetros de arena fina y aguas transparentes, galardonada con bandera azul y reconocida entre las mejores de Europa. Muy cerca, el antiguo poblado de Sancti Petri, con su puerto deportivo y su castillo sobre una isla, evoca la historia fenicia y ofrece una de las puestas de sol más espectaculares de Andalucía.
Pero Chiclana no es solo mar. Sus viñedos, sus bodegas centenarias y su gastronomía marinera reflejan una identidad propia. Su legado cultural, su casco antiguo y sus mercadillos de verano. Una apuesta segura.
Junto al río Iro. El origen de todo
El Espacio Arqueológico Nueva Gadeira, en el Cerro del Castillo, muy cerca del río Iro, donde nació la Chiclana antigua, invita a recorrer los vestigios de una ciudad fenicio-púnica con casi 3.000 años de historia, que se dice pronto. A través de recursos multimedia y visitas guiadas gratuitas, los visitantes a este enclave pueden caminar sobre el yacimiento y conocer las raíces antiguas de la ciudad. Nueva Gadeira, además, por si fuera poco, cuenta con una espectacular torre-mirador.
